El Estado turco y sus facciones mercenarias ocuparon Afrin en 2018, y Serêkaniyê (Ras al-Ayn) y Girê Spî (Tell Abyad) en 2019. Recientemente, Ankara ha establecido nuevas fronteras, cavando trincheras y construyendo muros desde Serêkanîye, Girê Spî, Jarabulus y Al Bab hasta Afrin.
La ocupación turca en Afrin desplazó a miles de personas a Shahba, en el norte de la provincia siria de Alepo. Las mujeres desplazadas en Shahba reaccionaron ante el establecimiento de nuevas fronteras por parte del Estado turco.
“El objetivo del Estado turco es dividir Siria. Fuimos desplazadas por la fuerza de Afrin hace seis años y desde entonces hemos resistido en Shahba. El Estado turco pretende romper nuestra resistencia construyendo nuevas fronteras. Sin embargo, los muros no nos mantendrán alejadas de Afrin. Afrin pertenece al pueblo de Afrin, no a Erdogan”, dijo Almaz Hiso, una de las mujeres consultadas por JINHA.
En tanto, Zeyneb Xelil seguró que el Estado turco ha establecido nuevas fronteras en las zonas ocupadas para, de esa forma, romper la resistencia del pueblo kurdo.
“Pero no pueden romper nuestra resistencia ni aniquilarnos construyendo nuevas fronteras. Afrin será liberada por nuestra resistencia. Fortaleceremos nuestra resistencia contra los muros de Erdogan. El gobierno sirio debería adoptar una postura firme contra la construcción de muros”, expresó.
Şêrîn Ehmed, otra mujer desplazada de Afrin, afirmó que el presidente turco y sus facciones armadas no tienen derecho a establecer fronteras en tierras ajenas.
“Las organizaciones de derechos humanos deberían oponerse al establecimiento de fronteras por parte del Estado turco. Afrin nos pertenece y siempre nos pertenecerá -manifestó-. El Estado turco es un Estado ocupante. Su objetivo es mantenernos alejados de Afrin mediante la construcción de muros. Pero los sueños de Erdogan nunca se harán realidad. Un día nuestra resistencia prevalecerá y regresaremos a Afrin”.
FUENTE: Hesna Mihemed / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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