Por Lucrecia Fernández para Anred
Durante la tarde del dia domingo 13 de marzo un coche con explosivos fue detonado en la céntrica Plaza Kizilay de la capital turca, Ankara, Hasta el momento son 27 los muertos y mas de 70 heridos. Este es el tercer ataque que sufre esa ciudad turca.
El 10 de octubre, una manifestación por la paz fue atacado matando a más de 100 personas y dejando más de 500 heridos. A pesar de que no se había hecho ningún reclamo oficial, el gobierno turco había culpado ISIS para el ataque. El mes pasado, un vehículo cargado de explosivos fue detonado en entre un convoy militar en el que 28 personas murieron y 61 resultaron heridos. Este ataque fue reivindicado por TAK (Halcones de la Libertad del Kurdistán) como “una venganza por la masacre del Estado turco de los civiles en Cizre y Sur”. Aún no se sabe quién ha perpetrado este nuevo ataque, aunque por las características del mismo, se presume que sea ISIS. Una vez más bajo el manto de dudas: ataques perpetrados en los momentos necesarios para que el gobierno de Turquía saque rédito para sí.
En octubre del año pasado, las encuestas en Turquía favorecian con un importante porcentaje al Partido Democrático de los pueblos, un frente organizado con la representación de muchas de las minorías oprimidas en Turquía, kurdos principalmente. Luego de que el 5 de junio explotara una bomba durante un acto político de este partido, y aun asi lograran el 13% en las elecciones, solo dos días después del ataque, logrando la histórica posibilidad de ingresar al parlamento, el gobierno Turco de erdogan anulaba los comicios. Las nuevas elecciones serian el 2 de noviembre, y aunque el discurso del gobierno se centraba en que solo con ellos en el poder “el terror cesaria”, era evidente que nuevamente lograrian una muy buena elección desde el HDP. Oportunamente, aunque sea terrible utilizar ese enunciado, el 10 de octubre un ataque sacudía a Turquía, el más grande de su historia, en medio de una movilización, un atentado suicida dejaría un saldo de 100 muertos y 500 heridos. La excusa que Erdogan necesitaba para profundizar su discurso.
A pesar de esto el HDP, logró el necesario 10% ingresando al parlamento. Lamentablemente eso llevó a una profundización del terrorismo de Estado del gobierno de Erdogan principalmente sobre el pueblo kurdo, pero también sobre todos aquellas organizaciones y partidos de izquierda.
Hace solo tres días y frente al cruel escenario de terror, masacre, tortura y destrucción que el gobierno de Erdogan a desatado en Turquía principalmente en la región kurda, 10 organizaciones revolucionarias de Kurdistán y Turquía han anunciado el establecimiento de Movimiento Revolucionario Unido de los Pueblos. “Esta unidad de las fuerzas revolucionarias se ha formado para llevar a cabo la revolución contra el AKP que está tratando de establecer una nueva dictadura fascista mediante la restauración de los golpes militares fascistas de 12 de marzo de 1995 y 12 de septiembre de 2004”, señala el comunicado de la fundación de este frente de lucha. El documento también señaló que el Movimiento Revolucionario Unido de Pueblos pretende alcanzar la democracia y un futuro libre de los pueblos contra el imperialismo, el capitalismo, el chovinismo, el fascismo y el racismo y denunció con énfasis las alianzas del gobierno turco con el imperialismo mundial, y el potencial peligro de la situación en medio oriente para el resto del mundo.
Este hecho de inmensa envergadura habla por sí mismo de la intencionalidad de resistir frente a los ataques del gobierno de Turquía hacia el pueblo organizado en su conjunto. Resulta, una vez más, extraño que estos ataques suceden siempre en el marco de la necesidad del gobierno de Turquía de hallar justificaciones para recrudecer los ataques que vienen efectuando, tanto en Turquía como en el vecino país, Siria, donde la resistencia kurda está dando una dura batalla contra el ISIS.
Hasta el momento, no ha habido ninguna declaración oficial sobre el blanco de este ataque o ni ninguna declaración de responsabilidad. Resta esperar cuáles serán las consecuencias que resultaran de este nuevo ataque. En medio del terror, la muerte, la tortura, las masacres constantes, y los intereses imperialistas que usan a su antojo grupos extremistas para resolver situaciones que “legal y humanamente” no podrían justificar, hay pueblos que quieren resistir, que quieren paz, que quieren poder vivir plenamente sus culturas, sus idiomas, y no ser la carnada de los bloques imperiales que se disputan históricamente los territorios como un mero intercambio de figuritas.