En la agencia de noticias ANF hablamos con Gönül Kural Şimşek, integrante de la Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (KESK), sobre el aumento de la pobreza debido al crecimiento de la inflación en Turquía.
Desde los sindicatos consideran que la participación de los trabajadores y las trabajadoras en el presupuesto está disminuyendo, y que la reelección del gobierno de Erdogan es favorable al capital, no del trabajo, algo que se vio una vez más en las negociaciones del Convenio Colectivo de Trabajo (TİS) en el sector público.
Şimşek dijo que el gobierno turco, que oprime a los trabajadores y las trabajadoras bajo los impuestos, sólo habla a favor de los empresarios.“Los trabajadores y las trabajadoras de los municipios dirigidos por diferentes partidos políticos, en líneas de negocio donde antes no había actividad, sindicalizados o no, protestan por aumentos adicionales –explicó-. Mientras que la parte del presupuesto asignada a los trabajadores y trabajadoras disminuye cada año, la parte del capital aumenta a medida que los salarios se acercan al mínimo. En septiembre hay negociaciones presupuestarias y contratos de la línea del metal. Creo que la pobreza se agravará aún más”.
Aumento de la explotación
Şimşek afirmó que el gobierno del AKP no está del lado de los trabajadores y las trabajadoras sino del lado del beneficio y de la guerra.“El gobierno ofrece deducciones fiscales sobre el capital, incentivos y préstamos a los empresarios –detalló-. En realidad, éste es el mayor indicador de que este es un gobierno del capital. Mientras que la economía turca creció un 5,5% en 2022, la proporción de mano de obra disminuyó del 30% al 26,3% en un año”.
“Vimos cómo se regalaron olivares a Limak Holding, conocida como la ‘banda de los 5’, en Akbelen. A pesar de la resistencia del pueblo, el gobierno sigue protegiendo los intereses del capital cercano y utiliza la fuerza contra el pueblo –agregó-. La prensa informó que el Estado turco pagó más de mil millones de liras en incentivos a esta empresa”.
Según Şimşek, “todos los grupos de capital están recibiendo su parte de este crecimiento, no sólo los empresarios cercanos al gobierno. El ejemplo más concreto es que Koç Holding, el mayor grupo de capital de Turquía, cuadruplicó sus beneficios, mientras que los salarios de los trabajadores y las trabajadoras que antes cobraban tres veces el salario mínimo se acercan ahora al mínimo. Mientras los trabajadores y las trabajadoras trabajan más y cobran menos, el capital aumenta la explotación”.
Presupuesto destinado a la guerra
Más del 20% del presupuesto se destinó a la guerra en 2022, denunció Şimşek.“Todos vemos y experimentamos la creciente presión sobre el pueblo y los trabajadores y las trabajadoras que luchan por el más mínimo de los derechos –remarcó-. Todos y todas hemos visto la violencia contra los profesores del sector privado que salieron a la calle exigiendo un aumento salarial. Desde hace varias semanas, a las Madres de los Sábados se les impide hacer declaraciones sobre sus familiares desaparecidos a manos del Estado. Sabemos que si el presupuesto asignado a la guerra y al armamento durante el terremoto se hubiera gastado en la construcción de viviendas sólidas, no se habría producido una catástrofe tan grande. El gobierno también utiliza el presupuesto que destina a la guerra para reprimir a los trabajadores y al pueblo”.
Şimşek destacó que es necesario organizarse para luchar contra la pobreza: “No hay otro camino que el de que los mayores segmentos afectados por esta pobreza y el aumento de los precios se unan y luchen por sus reivindicaciones comunes. La mayor responsabilidad aquí recae en los partidos políticos y los sindicatos. Es necesario establecer las plataformas sindicales más amplias y hacer esfuerzos para que las organizaciones sindicales desarrollen formas y métodos que unan a los trabajadores en torno a sus reivindicaciones”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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