La periodista Nazila Maroofian inició el viernes pasado una huelga de hambre, según informó la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), con sede en Francia. “Maroofian protesta contra su detención y pide que se castigue a las fuerzas de seguridad que la maltrataron durante su arresto”, indicaron desde KHRN.
En una carta escrita por Maroofian a la administración penitenciaria afirmaba que continuaría con su protesta a menos que la pusieran en libertad sin condiciones.
Maroofian se encuentra en el pabellón de mujeres de la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán, la capital iraní. Fue detenida el miércoles de la semana pasada tras una redada. Las fuerzas de seguridad del régimen iraní entraron por la fuerza en su departamento y golpearon a la periodista. Un día después, según la KHRN, tuvo que ser hospitalizada temporalmente debido a la violencia sufrida. No se dispone de información sobre su estado de salud actual.
Es la cuarta vez desde el comienzo de la revolución “Jin, Jiyan, Azadî”, hace un año, que detienen a la periodista kurda de 23 años. La primera vez que las autoridades del régimen la pusieron en su punto de mira fue en octubre de 2022, a causa de una entrevista con Amjad Amini, padre de Jina Mahsa Amini, cuya violenta muerte bajo custodia policial el 16 de septiembre de 2022 desencadenó la revuelta popular en Irán y el Kurdistán Oriental (Rojhilat). Amini acusó a las autoridades de mentir sobre la muerte de su hija. Según la información oficial, problemas de “salud” provocaron la muerte de Jina, de 22 años. Su familia, sin embargo, afirmó que fue asesinada por agentes de policía que la golpearon en la cabeza. Así lo indicaron también las declaraciones brindadas por personal del hospital de Teherán en el que Amini ingresó el 13 de septiembre de 2022. Para entonces ya tenía muerte cerebral.
Maroofian fue condenada en enero a dos años de prisión por “propaganda contra el Estado” en relación con su reportaje sobre la muerte de Jina Mahsa Amini. Recientemente, había salido de prisión bajo fianza. En julio fue encarcelada de nuevo porque, entre otras cosas, había escrito sobre casos de agresiones sexuales a presas en Irán. A mediados de agosto volvió a estar entre rejas, esta vez en Waramin, apenas 24 horas después de su puesta en libertad. Maroofian, que, al igual que Jina Mahsa Amini es de la ciudad de Seqiz, en Rojhilat, y trabaja para la plataforma mediática Rouydad 24. Estudia también en la Universidad Allameh Tabatabai, de Teherán.
Tras su reciente liberación, la periodista publicó varias fotos en las redes sociales en las que aparecía sin el pañuelo obligatorio para las mujeres. Según la KHNR, Maroofian recibió repetidas llamadas amenazadoras de funcionarios del Ministerio de Inteligencia iraní, que le pidieron que detuviera sus actividades en las redes sociales.
La detención más reciente de Maroofian fue justificada por las autoridades iraníes con un post en X (antes Twitter) en el que la periodista expresaba su solidaridad con el cantante iraní Mehdi Yarrahi. El músico fue detenido recientemente por el régimen por publicar una canción en la que cuestionaba la obligación de llevar velo. La “canción ilegal”, como la calificó la justicia de los mulás, titulada “Roosarito” (Tu pañuelo), hace referencia a la revolución “Jin, Jiyan, Azadî”, protagonizada por las mujeres de todo el país. Yarrahi canta, entre otras cosas: “Quítate el pañuelo, deja libre tu pelo…”.
La pieza está “dedicada a las nobles mujeres de mi patria que están valientemente al frente del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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