Las sanciones no bastan: Estados Unidos debe exigir responsabilidades a Turquía

Dos grupos militares respaldados por Turquía que operan en la región ocupada de Afrin, en el noroeste de Siria (Rojava), han sido objeto de sanciones, según anunció el Departamento del Tesoro de Estados Unidos el 17 de agosto pasado. Las sanciones llegan tras las denuncias de graves violaciones de derechos humanos cometidas en esa región de mayoría kurda.

El primer grupo nombrado por el Departamento del Tesoro fue la Brigada Suleiman Shah. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro acusó específicamente al grupo de realizar secuestros y extorsiones a la población civil kurda.

El otro grupo, la División Hamza, también está implicado en secuestros, así como en torturas y saqueos o robos. La División Hamza adquirió cierto grado de infamia por el funcionamiento de centros de detención donde cometen toda una serie de violaciones de los derechos humanos, como detenciones prolongadas, exigencia de rescates abusivos y abusos sexuales.

Ambas facciones están afiliadas a la coalición de grupos islamistas de la oposición, conocida como Ejército Nacional Sirio (ENS). El Departamento de Estado estadounidense y la Comisión de Investigación de la ONUsobre Siria han documentado exhaustivamente las violaciones de los derechos humanos contra kurdos, yazidíes y otros componentes de la población local a manos de grupos del ENS.

La Brigada Suleiman Shah y la División Hamza ganaron poder en Afrin tras la invasión deTurquía en 2018, además de otras facciones del ENS, afiliadas a Turquía.

Es bueno ver que por fin se toman algunas medidas, más allá de la “documentación” de Estados Unidos o, en el mejor de los casos, la “condena” de sus crímenes por parte de la ONU. La acción fue bien recibida por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

Pero las FDS reconocieron que las sanciones son sólo el primer paso, y deben tomarse más medidas para poner fin realmente a los abusos perpetrados por Suleiman Shah o la División Hamza, así como por otras facciones respaldadas por Turquía.

También pusieron de relieve el problema que debe abordarse antes de que pueda alcanzarse una solución real para Afrin o Siria en su conjunto: Turquía.

Las FDS se refirieron a los actos de los que se acusaba a los grupos sancionados como “parte de una campaña sistemática y estratégica” organizada por Turquía. Su declaración continúa afirmando que Turquía es responsable de financiar y, por tanto, permitir que las facciones lleven a cabo crímenes como también la “manipulación demográfica”, los secuestros y los abusos sexuales, por nombrar algunos. Las FDS dejaron muy claro que Turquía debe rendir cuentas, además de los grupos que Ankara respalda en el conflicto sirio.

Lamentablemente, parece dudoso que Estados Unidos esté dispuesto a dar este paso y reconocer que Turquía tiene las manos manchadas de sangre en relación con Afrin. A principios de este mes, durante una sesión informativa para la prensa, el 2 de agosto, el portavoz del Departamento de Estado de norteamericano, Matthew Miller, negó descarada y abiertamente cualquier intención por parte de Turquía de llevar a cabo un cambio demográfico en Afrin. Miller, de hecho, agradece a Turquía por “acoger generosamente” a los refugiados sirios. A pesar de que es precisamente con estos refugiados con los que la Turquía de Erdogan intenta alterar la demografía de las regiones al sur de su frontera.

Tras la invasión de 2018, cuando decenas de miles de kurdos huyeron, Turquía ha deportado por la fuerza, y a veces incluso coaccionado, a refugiados sirios no kurdos a asentamientos en Afrin. Utilizando a los refugiados como peones en el juego de Turquía, Erdogan ha conseguido alterar drásticamente la composición demográfica de la región, así como financiar a los grupos yihadistas que aterrorizan a la población local.

Hasta que Estados Unidos no se dé cuenta, o más bien admita, que Turquía es quien planea, financia y se beneficia de los abusos de los derechos humanos y del cambio demográfico en Afrin, acciones como las recientes sanciones nunca irán lo suficientemente lejos. ¿Quiénes son la Brigada Suleiman Shah o la División Hamza sin la financiación y el apoyo turcos? Mientras Estados Unidos siga evitando mansamente debatir las acciones criminales de su aliado de la OTAN, mientras condena hipócritamente a los compinches de Turquía, no se lograrán avances reales y la población de Afrin seguirá sufriendo.

FUENTE: Robin Fleming / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*