Las imágenes captadas a orillas del Éufrates revelan que gran parte del río se ha secado. Estas áreas, que alguna vez fueron fuente de vida para la región, ahora se han convertido en tierras áridas.
Las imágenes tomadas por la agencia de noticias ANHA en la presa Tishrin (en Rojava), la segunda más grande de Siria sobre el río Éufrates, muestran que las aguas han disminuido significativamente.
El Estado turco, que ha estado utilizando el agua del Éufrates como arma contra los sirios durante años, corta en gran medida las aguas que fluyen hacia Irak y Siria.
Según el acuerdo firmado entre los gobiernos de Damasco y Ankara en 1987, se supone que Turquía entregará 500 metros cúbicos de agua por segundo a Siria. Sin embargo, Turquía no cumple con el acuerdo, entregando actualmente solo 200 metros cúbicos de agua por segundo.
Los efectos negativos de la disminución de las aguas se pueden ver claramente en el suelo. Debido a los cortes, las aguas de los lagos de presa en Siria han disminuido, mientras que la producción de electricidad y el suministro de la misma a la región han bajado.
Además, la cantidad de tierra agrícola a orillas del Éufrates está disminuyendo. Lo que es más importante es que el acceso al agua potable se ha vuelto difícil. Esta situación está provocando graves problemas de salud.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) advirtió que la política del Estado turco de disminuir las aguas del río Éufrates provocaría crisis humanitarias en la región, poniendo en peligro a nueve millones de sirios que viven en áreas cercanas al río.
La Administración de Represas del Norte y Este de Siria hizo un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que detengan las acciones provocativas del Estado turco.
FUENTE: ANHA / ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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