Quién era Mahsa Amini y por qué su caso genera protestas sin precedente en Irán

La furia y las protestas tras la muerte de la joven Mahsa Amini, después de que la detuviera la llamada “policía de la moral”, se siguen multiplicando en Irán y las autoridades respondieron con la represión, al tiempo que la policía justificó lo sucedido como un hecho “desafortunado”.

Las fuerzas de seguridad iraníes dispersaron el domingo con gas lacrimógeno una manifestación en la ciudad occidental de Sanandaj, de mayoría kurda, donde cientos de personas denunciaban la muerte de la joven, y realizaron “varios arrestos” este lunes, indicó la agencia de noticias de las fuerzas armadas del país, Fars.

La “policía de la moral”, encargada de hacer que las mujeres respeten el estricto código vestimentario de la República Islámica -sobre todo el uso del velo en público-, fue criticada en los últimos meses por haber actuado con violencia.

Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida el martes pasado frente a una estación de metro después de que agentes de esa fuerza consideraran que no llevaba bien cubierta la cabeza con la hijab. La acusaron de infringir la ley que obliga a las mujeres a cubrirse el cabello con un pañuelo en la cabeza, y los brazos y las piernas con ropa holgada. La joven murió el viernes en el hospital Kasra, en el centro de Teherán, tras haber pasado tres días en coma.

Según testigos, la golpearon cuando se encontraba dentro de una camioneta policial que la llevó a un centro de detención.

Originaria del Kurdistán iraní, Mahsa Amini, también conocida como Jina, se encontraba en la capital de visita con su familia desde la ciudad de Saqiz, según The New York Times.

La ley del hiyab obligatorio de Irán, que entró en vigor en 1981 después de la revolución islámica, ha sido cuestionada durante mucho tiempo por muchas mujeres, y en los últimos años algunas han aparecido en público sin el velo y la bata requeridas.

Protestas

La policía detuvo ayer a aproximadamente 500 personas congregadas el domingo en la Plaza Azadi, de Sanandaj, capital de la provincia de Kurdistán, según indicó la agencia Fars.

Los manifestantes rompieron ventanas de autos y prendieron fuego a contenedores, según la agencia que responde a la Guardia Revolucionaria. La web de la agencia mostraba un breve video en el que se veía a docenas de hombres y mujeres protestando, y afirmando que las explicaciones policiales sobre la muerte de Amini no eran “razonables”.

“Muchos manifestantes piensan que Mahsa murió torturada”, señaló la noticia de Fars.

Amini fue enterrada el sábado en su ciudad natal de Saqez, también en el oeste de Irán. Allí se produjeron protestas tras el funeral y la policía también empleó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

La versión de la policía

La policía de Teherán afirma que “no hubo ningún contacto físico” entre los agentes y la joven, pese a los reportes de testigos que afirman que la golpearon. Según la versión oficial, Amini murió de un ataque al corazón, mientras niegan cualquier acusación de tortura o abusos.

Tras las críticas, el jefe de policía de Teherán, el general Hossein Rahimi, dijo hoy que la muerte de la joven fue un incidente “desafortunado” que no quiere que se repita, y tildó de “cobardes” las acusaciones de tortura. “Esperaremos hasta el día del juicio, pero no podemos dejar de hacer trabajo de seguridad”, expresó.

La televisión oficial difundió el viernes un video de vigilancia en el que se muestra a una mujer, presentada como Amini, desplomándose en la comisaría tras discutir con una agente. La familia no confirmó que se tratara de la joven.

Amjad Amini, el padre de la víctima, dijo el lunes que “no aceptaba” lo que la policía mostró porque, según él, “cortaron el video”. Criticó, además, “la lentitud con la que intervinieron” los servicios de emergencia. “Pienso que Mahsa fue llevada tarde al hospital”, dijo.

El ministro iraní del Interior, Ahmad Vahidi, dijo el sábado que “aparentemente Mahsa tenía problemas previos” de salud y que “había asido operada del cerebro a los cinco años”. El padre de la víctima desmintió estas afirmaciones y aseguró que su hija estaba “en perfecto estado de salud”.

El lunes se conoció que la joven tenía una fractura en la cabeza, una hemorragia y un edema en el cerebro, razones por las cuales murió. Esto fue revelado en la autopsia que se le hizo a la mujer.

El presidente, el conservador Ebrahim Raisi, pidió que se abra una investigación.

Conmoción en las redes

El hashtag #Mahsa_Amini en persa se situaba el domingo en el primer puesto de tendencias en Twitter. Las mujeres proponían mostrarse cortándose el pelo y quitándose el velo a modo de protesta.

Además, desde el miércoles pasado se multiplican las protestas en las ciudades del Kurdistán iraní, pero también en Teherán.

Numerosos cineastas, artistas, y personalidades del deporte, la política, e incluso religiosas, expresaron su indignación en las redes sociales.

El ex presidente y líder reformista Mohammad Jatami llamó a las autoridades a “acabar con las acciones contrarias a la ley, a la lógica y a la Sharia”, y a “llevar ante la justicia” a los responsables de la muerte de Amini.

El gran ayatollah Asadolah Bayat Zanjani calificó de “ilegítimo” e “ilegal” el “conjunto de comportamientos y hechos” desencadenantes del “desafortunado y lamentable incidente”. “El Corán prohíbe claramente que los fieles usen la fuerza para imponer los valores que consideran como religiosos y morales”, indicó.

“Mahsa está ahora más viva que nosotros”, aseguró el cineasta Asghar Farhadi, galardonado con dos Oscars a la mejor película extranjera. “Nosotros estamos dormidos, sin reaccionar ante esta crueldad sin fin. Nosotros somos cómplices de este crimen”, aseveró.

La policía de la moral fue criticada en los últimos años por cómo trata a la gente, especialmente mujeres jóvenes. Desde 2017, después de que docenas de mujeres se quitaran el hiyab en público en una oleada de protestas, las autoridades han tomado medidas más duras.

FUENTE: AFP / AP / ANF / Edición: Kurdistán América Latina

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