“¡El juego otomano no termina!”, es una frase común entre la gente. La gente, en realidad, con esa frase revela su desconfianza hacia el Estado. ¡Están en lo correcto! Aquellos que alguna vez se han apoderado del poder en estas tierras, han intentado todas las formas posibles para lograr sus objetivos.
Continuando con la tradición estatal basada en la conspiración, la alianza del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) también tiene prisa por jugar su juego contra nuestro pueblo y extender su tiempo para gobernar el país, mientras pueden. Recep Tayyip Erdogan sabe que se acerca el final del camino. Su insistencia en una nueva Constitución sugiere un nuevo juego otomano.
Es de destacar que Erdogan persistió en llevar el debate sobre la nueva Constitución a la apertura del Parlamento turco hace unos días. No le interesa si el sistema de gobierno presidencial está funcionando o no. De hecho, está buscando formas de mantener su gobierno, porque Erdogan conoce mejor que nadie el costo de perder su poder.
Con el actual sistema electoral “50 + 1”, Erdogan sabe que no volverá a ser elegido y que nunca volverá a obtener los votos de los kurdos. Por eso, no tiene más remedio que revisar el sistema “50 + 1”, que se ha convertido en un gran obstáculo para su reelección.
La insistencia del MHP en una “revisión constitucional” se basa en esta preocupación; aparte de esto, ni el MHP ni el AKP tienen ningún malestar con el régimen actual ni con la Constitución; pero quieren manipular a la oposición, usando tácticas de juego tradicionales otomanas.
La Alianza Popular (como se llama la alianza del AKP y el MHP), que tiene 337 escaños en el Parlamento, no tiene una mayoría lo suficientemente grande para aprobar la enmienda constitucional. Su insistencia en la nueva Constitución, a pesar del número insuficiente de escaños, se ha considerado como una posible revisión del sistema presidencial.
Pero, de hecho, el propósito de la alianza del AKP-MHP va mucho más allá: quieren orientar a la oposición hacia una posible “nueva Constitución”, cambiar el sistema electoral “50 + 1” y crear un nuevo sistema electoral, en el que quien obtenga más votos podrá convertirse en presidente.
Sin embargo, saben que otros partidos políticos no estarán de acuerdo con esto. Por lo tanto, no están trabajando en la nueva Constitución a través de una Comisión de Reconciliación Constitucional, en la que todos los partidos participan por igual. Saben que cambiar el sistema “50 + 1” en la comisión llevará al público a cuestionar su credibilidad.
En cambio, Erdogan está trabajando en una enmienda constitucional conjunta con el MHP. De acuerdo con esto, la enmienda constitucional que se preparará al final de este proceso será llevada a la oposición y la enmienda será sometida al Parlamento, aunque los partidos de oposición se opongan a ella.
La Alianza Popular también está jugando un nuevo juego otomano aquí, sabiendo que la oposición no dirá “sí” a una nueva enmienda constitucional impulsada por el AKP-MHP. En ese caso, se requerirá una votación secreta para que el Parlamento apruebe la nueva enmienda constitucional. Se cree que se puede persuadir a algunos diputados de la oposición para que voten por la nueva Constitución a cambio de un “soborno”.
Esta posibilidad no debe subestimarse, teniendo en cuenta la tradición que ha prevalecido en la historia parlamentaria de Turquía. No sabemos cuántos votos de la oposición se perderán, pero podemos prever que algunos parlamentarios de los partidos de oposición dirán “sí” a la nueva Constitución a cambio de los privilegios que esperan obtener del gobierno.
El gobierno espera lograr su objetivo de esta manera: si se neutraliza al Partido Democrático de los Pueblos (HDP), entonces la Alianza Popular podría tener una oportunidad. Si esto sucede, una mayoría simple será suficiente para ganar las elecciones.
En este punto, la actitud de los kurdos y del HDP ha sido muy importante: con su reciente declaración, el HDP arruinó el plan de juego de la alianza AKP-MHP, al separar las elecciones parlamentarias de las presidenciales.
Por lo tanto, quedó en claro una vez más que el HDP y los kurdos son los principales actores en Turquía; ¡el resultado será determinado por los kurdos! Los kurdos hicieron su elección a favor de la libertad y la democracia desde el principio; en esta elección no hay lugar para Erdogan, quien afirma: “No hay una cuestión kurda en Turquía”.
FUENTE: Cafer Tar / Özgür Politika / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
Be the first to comment