Cebrail Mustefa, integrante de la Organización de Derechos Humanos de Afrin (ODHA), demandó la creación de una comisión independiente para investigar los crímenes cometidos por Turquía y sus aliados en el cantón kurdo del norte de Siria. Mustefa aseveró que esos hechos se pueden calificar como “crímenes de guerra”.
Afrin fue ocupada por el Estado turco y sus mercenarios el 18 de marzo de 2018. Desde entonces, los ataques contra la población civil, la naturaleza y los lugares históricos aumentan día a día.
Ante este panorama, Mustefa declaró que “las organizaciones legales internacionales y las comisiones de investigación han mostrado en sus informes la situación en Siria, y han expuesto los crímenes cometidos por el Estado invasor turco y sus mercenarios en Afrin como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Pero, por desgracia, estos crímenes siguen aumentando”.
El integrante de la ODHA informó que “desde principios de año, 25 mujeres y 200 civiles, incluyendo niños y ancianos, han sido secuestrados. Los asesinatos son tristemente frecuentes en la región, donde ya no hay seguridad vital. Durante este tiempo, 20 personas fueron asesinadas”.
A esta situación, se agregan los ataques de artillería lanzados por Turquía contra el cantón de Shehba, al norte de Alepo. “Como resultado de estos bombardeos, han muerto mujeres y niños, mientras que los edificios de las instituciones de la región sufrieron graves daños”, alertó.
Mustefa remarcó que “el Estado turco invasor y sus mercenarios cortaron 3.200 olivos en unos tres meses. Se apoderaron de más de 11.000 olivos en las provincias de Bilbil, Raco, Sheera y Meydankê”.
El miembro de la ODHA también destacó que Turquía está tratando de cambiar la estructura demográfica de la región a través de las bases establecidas en la montaña Hec Heseno, en Jindirês, uno de los distritos de Afrin.
“El 20% de los crímenes documentados tuvieron lugar en el Afrin ocupado. Secuestros, saqueos y robos son sólo algunos de los delitos que hemos documentado. El público tiene miedo de contar sobre los crímenes cometidos porque la inteligencia y los mercenarios turcos han impuesto un estado de terror”, advirtió.
Mustefa llamó a la comunidad internacional a que detenga al gobierno turco, ya que con la ocupación Afrin se convirtió en un centro de entrenamiento de mercenarios que luego fueron enviados a Libia, Yemen y Azerbaiyán.
El domingo pasado se conoció que una mina colocada previamente por las fuerzas invasoras turcas en la aldea de Mezin, en el distrito de Sherawa, explotó y mató a dos niños. El artefacto también hirió a otros dos menores de edad.
La víctimas fatales son Azad Îbrahîm Hisên (12) y Dilyar Hemo Hisên (11), mientras que Hisên Îbrahîm Hisên (10) y Nesrîn Mihemed Hisên (16) resultaron gravemente heridos.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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