La oleada de detenciones que golpea a la sociedad civil kurda en Rojhilat (Kurdistán iraní) desde enero afecta también a las mujeres. Al menos seis, de un total de doce activistas que han sido encarceladas junto a un centenar de personas desde principios de año, siguen en campos de internamiento y prisiones gestionadas por la tristemente célebre Guardia Revolucionaria (IRGC), según informó la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).
Las mujeres que siguen detenidas, según las entrevistas realizadas por la IRGC con familiares de los detenidos, son Darya Talebani, Asrin Mohammadi, Azimeh Naseri, Rozhin Mohammadpour, Fariba Ahmadi y Roya Jalali.
Azimeh Naseri fue detenida en Bokan el 9 de enero, según la KHRN. Una vez finalizado su interrogatorio, fue trasladada a la división de mujeres de la Prisión Central de Ûrmiye, el 3 de febrero. Al parecer, se la acusa de “colaborar con un partido de la oposición kurda”.
Asrin Mohammadi, de Sine, y Darya Talebani, de Mahabad, fueron detenidas por los servicios de inteligencia iraníes, el 9 de enero. Hasta el momento se sabe que están en poder de la Guardia Revolucionaria en Ûrmiye. Ambas activistas sólo han tenido una breve llamada telefónica con sus familiares desde su arresto. No se sabe nada de su situación actual, advirtió la KHRN.
Rozhin Mohammadpour y Fariba Ahmadi, que fueron secuestradas en Bokan el 19 de enero, también están retenidas en Òrmiye, y a sus familias se les niega el contacto.
No hay información sobre el paradero de Roya Jalali, activista medioambiental de Sine y miembro de la organización “Sociedad Verde del Kurdistán”, desde su detención el 2 de febrero. Según sus familiares, Jalali padece esclerosis múltiple. Su familia está muy preocupada por su salud, ya que al parecer se le ha negado el acceso al tratamiento médico.
Cinco integrantes del grupo musical kurdo “Gelaris”, Elham Yazdanipour, Samira Farahnaki, Nastaran Yazdanipour, Nazanin Atabaki y Maliheh Moradi, fueron citadas por la llamada “policía moral” en Kirmaşan. Han sido puestas en libertad bajo fianza tras sus declaraciones.
La poeta Arezoo Mostafaei, de 17 años, de Merîwan, fue interrogada durante tres días por la Guardia Revolucionaria en el marco de la oleada de detenciones. Posteriormente, fue puesta en libertad.
La presión y las detenciones de activistas kurdos por parte del Estado iraní son permanentes. El activista medioambiental Faranak Jamshidi, miembro de la Sociedad del Kurdistán Verde, fue condenado a cuatro años de prisión, acusado de “ser miembro de un partido de la oposición kurda”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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