La mentalidad de seguridad del gobierno de Damasco con las fuerzas nacionales sirias abre el camino para una mayor interferencia externa en el futuro sirio, desintegrando el tejido social y ocupando partes de la patria
Desde el estallido de la revolución de 2011, el gobierno ha adoptado la estrategia de permanecer en el poder, preservar el Estado-nación que no acepta el pluralismo y eliminar la revolución. Esto abrió la puerta a la intervención externa y la ocupación de partes de la geografía siria.
El gobierno persigue la opción de seguridad y militar, en lugar de dialogar y responder a las demandas de libertad y reformas de la sociedad siria.
El periodista sirio Omar al-Miqdad atribuye la política del gobierno a sus cimientos sobre lo que llamó el “régimen estalinista” y dijo: “El régimen no tiene soluciones políticas, porque es básicamente un régimen estalinista”.
Continuó: “Las soluciones del régimen son siempre de naturaleza de seguridad, porque cree que la solución política conducirá a su derrocamiento, por lo que es imposible que el régimen entable algún tipo de diálogo”.
Coincidiendo con las soluciones militares del gobierno de Damasco para tratar a los manifestantes pacíficos de 2011, surgieron en Siria fuerzas de oposición democrática que toman el principio del diálogo como base para resolver la crisis siria de manera radical.
El Consejo Democrático Sirio (COSUDE) se formó en el noreste de Siria y logró unir a los diversos partidos políticos detrás de un objetivo de cumplir la libertad y la igualdad para todos los pueblos sirios.
La COSUDE ha buscado continuamente soluciones radicales a la crisis siria, apoyándose en el diálogo sirio-sirio, considerándolo la única forma de preservar la unidad del país, pero el Consejo choca con la mentalidad del gobierno de Damasco, que rechaza el diálogo.
En este contexto, Ibrahim al-Talaj, miembro del comité de dirección del Partido Modernidad y Democracia, dice: “El régimen sirio llegó al poder mediante un golpe militar en 1970. Depende del enfoque militar en su estructura básica para resolver sus problemas con el pueblo sirio, y esto es lo que nos llevó a donde estamos ahora”.
Desde su creación en 2015, la COSUDE no ha dudado en trabajar seriamente para proporcionar un terreno adecuado para alcanzar soluciones radicales a la crisis siria. Busca constantemente formas de unificar los esfuerzos nacionales sirios.
El Consejo ha intentado en repetidas ocasiones comunicarse con el gobierno para encontrar soluciones políticas, pero se mantuvo sin desarrollar discusiones.
El vicepresidente copresidente de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, Badran Çiya Kurd, dijo en un comunicado que “el gobierno de Damasco no tiene una posición o proyecto político. Por otro lado, todavía adopta una mentalidad racista”.
Añadió: “Hasta ahora, todos los esfuerzos de Damasco todavía se centran en volver a su estado anterior. Todos los intentos de mediación no han dado resultados”.
Çiya Kurd afirmó que “el gobierno de Damasco ha bloqueado el diálogo, y recientemente ha demostrado en las reuniones de Ginebra que el gobierno de Damasco no está listo para dialogar con ninguna de las partes”.
La intransigencia del gobierno ha afectado negativamente a la sociedad siria y ha prolongado la crisis siria, prolongando el sufrimiento de la gente y allanando el camino para más injerencias externas y la ocupación de gran parte de Turquía.
En este contexto, al-Talaj, afirmó que “los efectos son evidentes hoy en la ruptura del tejido sirio, el colapso de la economía y la injerencia extranjera en el país y las tierras sirias ocupadas”.
Por su parte, el periodista sirio Omar Miqdad cree que “la intransigencia y las soluciones del régimen llevaron a la creación de una ruptura entre los componentes sirios, especialmente las religiones, sectas y nacionalidades como resultado del atrincheramiento del régimen detrás de la política de protección de algunas minorías a expensas de otros”.
Los observadores creen que el gobierno sirio no puede volver a 2011, y que su rechazo al diálogo llevará al país al abismo ante la interferencia externa y la ocupación de partes de tierras sirias.
ANHA
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