El Estado turco está tratando de ejecutar el proyecto del paso fronterizo de Ovaköy, que preparó para llegar a Mosul y Kirkuk, junto al Partido Democrático de Kurdistán (PDK) y Estados Unidos. El primer paso del proyecto se ha dado en Shengal.
También se afirmó que otros dos actores del acuerdo sobre Shengal, que firmaron el PDK y el gobierno iraquí bajo los auspicios de las Naciones Unidas (ONU), son en realidad el Estado turco y Estados Unidos.
El proyecto del paso fronterizo de Ovaköy, que el Estado turco introdujo tras el referéndum de independencia en el Kurdistán del Sur (Bashur, norte de Irak) en 2017, parte del triángulo fronterizo de Rojava-Bashur y el Kurdistán del Norte (Bakur), y se extiende hasta Bagdad.
El proyecto, que está previsto que sea una autopista y una vía de ferrocarril, parte de Şırnak, en Bakur, y va de la provincia de Duhok, en Bashur, a Telafer, Xurmatu y Mosul, en el oeste de Shengal, y desde allí hasta Bagdad.
El proyecto fue suspendido durante un tiempo después de los cambios administrativos en Irak y el restablecimiento de las relaciones entre el Estado turco y el PDK. Sin embargo, después de una serie de reuniones diplomáticas en la línea de Ankara, Bagdad, Hewlêr y Washington, la iniciativa se ha reanudado.
El acuerdo entre el PDK y el gobierno central iraquí sobre Shengal, firmado el 9 de octubre, es también parte de este proyecto. Ahora, el Estado turco está tratando de vender el proyecto a los funcionarios de Estados Unidos, con el argumento de que “la presencia de Irán se limitaría en Irak, Hashd Al Shaabi se debilitaría y serviría de espada para destruir la media luna chiita”.
De camino al centenario del Tratado de Lausana, el principal objetivo del proyecto, que se considera uno de los pasos importantes para que el Estado turco realice sus sueños de llegar a Mosul y Kirkuk, son de nuevo los kurdos.
Con la iniciativa de contruír la autopista y el ferrocarril, el Estado turco está “rompiendo la conexión entre Rojava y Bashur”, “acabando con la autonomía de los yazidíes en Shengal” y “llegando a Mosul y Kirkuk, que son sus ambiciones históricas”.
El proyecto mediante el que el Estado turco desea completar su misión que haría realidad sus sueños históricos del Pacto Nacional, puede ser visto como dos males para los kurdos de Rojava y Bashur. El Estado turco, que divide Rojava y Bakur por medio del ferrocarril, adopta una posición similar en la frontera con Bashur y Rojava tras la construcción de los muros levantados a su alrededor (832 kilómetros en la frontera entre Bakur y Rojava, y 139 kilómetros en la frontera entre el Bakur y Rojhilat).
FUENTE: Ersin Caksu / ANF / Edición: Kurdistán América Latina