En mayo de 2018, la región de Afrin, en el noroeste de Siria, fue ocupada por el Estado turco y sus mercenarios, agrupados en varios grupos yihadistas, muchos de los cuales son miembros del Estado Islámico (ISIS). Esta ocupación, que tuvo lugar bajo el cínico nombre de “Primavera de la Paz”, acabó con muchas vidas de civiles, pese a que se llevó a cabo bajo la excusa de crear una zona de seguridad. Pero, en realidad, antes de la ocupación, Afrin era uno de los lugares más seguros de Siria, donde muchas personas de diferentes regiones encontraron refugio tras el comienzo de la guerra civil. La sociedad de Afrin es multicultural, multiétnica, multirreligiosa y se ha autogobernado de forma pacífica y democrática durante los últimos siete años anteriores a la ocupación.
En los dos años y medio que han pasado desde entonces, los grupos a los cuales Turquía da apoyo han establecido un reino de terror en Afrin y diariamente se cometen atrocidades y crímenes de lesa humanidad contra la población civil plural y la sociedad democrática; la violencia, los saqueos y las expulsiones son una constante en el cantón anteriormente autónomo. Prácticamente, a diario hay informes de secuestros, detenciones arbitrarias, torturas, violaciones y asesinatos en los territorios ocupados. Los casos aumentan de mes en mes, y se vuelven cada vez más brutales a medida que las actividades de los yihadistas pasan a formar parte de la vida cotidiana. Este mes de agosto no ha sido distinto, y múltiples crímenes han sido informados.
En el siguiente dosier se han recogido los asesinatos y secuestros que han sucedido durante el mes de agosto, como muestra de lo que lleva pasando todo este tiempo. Además, se proporcionan también las cifras de asesinatos, secuestros y violaciones desde la ocupación de Afrin en mayo de 2018, hasta el día de hoy.
Dado que no hay acceso a los territorios ocupados por parte de personas observadoras y organizaciones independientes de Derechos Humanos (después de la ocupación de Afrin en 2018, Serekaniye y Gire Spi fueron ocupados en octubre de 2019), el acceso a la información sobre las violaciones de los derechos humanos es muy difícil. Las organizaciones y activistas por los Derechos Humanos realizan investigaciones en el más estricto secreto a fin de proteger a la población que permanece en Afrin. Los casos documentados aquí son los que han salido a la luz con la ayuda de estas organizaciones y activistas. Es muy probable que el número de casos no denunciados de violaciones de los derechos humanos sea mucho mayor.
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FUENTE: Women Defend Rojava