En años anteriores, la antigua ciudad de Hasankeyf (Kurdistán turco, Bakur) atrajo a cientos de miles de visitantes cada año, ofreciéndoles la oportunidad de explorar las huellas de más de 20 civilizaciones que contribuyeron al patrimonio cultural de la ciudad. Hasankeyf -con una historia que abarca 12.000 años- tenía un atractivo especial para los visitantes de la región, así como para los de Turquía occidental y de todos los rincones del mundo, lo que permitía a los residentes locales no sólo mantener a sus familias sino también compartir sus conocimientos especializados sobre este paisaje histórico.
Hoy en día, con la finalización de la presa Ilısu y la creación de un enorme embalse, las condiciones en Hasankeyf se han deteriorado gravemente: los residentes locales se enfrentan a una crisis inmediata de desempleo y, muy probablemente, a una disminución significativa de los ingresos en los años venideros. En cuanto al incomparable patrimonio cultural de la ciudad, vastas extensiones de tierra que contienen restos arqueológicos y arquitectónicos de valor inestimable yacen sin protección bajo el agua. Ahora, después de sólo unos pocos meses de inmersión bajo el embalse, es posible observar un deterioro significativo en las condiciones del patrimonio cultural.
En las últimas semanas, por ejemplo, parece que la erosión ha puesto al descubierto lo que pueden ser restos humanos, cerca de la iglesia rupestre en la base de Ra’s Kayım, un lugar en el extremo oriental de la ciudad baja, que figura en los relatos históricos orales locales de las masacres de 1915 (ver fotos). A pesar de la presencia de un amplio patrimonio cultural de bienes inmuebles en Hasankeyf, que atestigua el importante papel que desempeñaron los cristianos en la historia de la ciudad durante casi 2.000 años, el elemento cristiano de la ciudad está casi totalmente excluido del programa de conservación del patrimonio cultural del gobierno de Turquía (que comprende principalmente el Museo Hasankeyf y el parque arqueológico adyacente).
Los restos de villas, madrasas y cementerios en los jardines de Hasankeyf Salihiyye también muestran signos de un rápido deterioro (ver fotos). Estos restos constituyen los ejemplos mejor conservados de los distritos de jardines medievales típicos de las ciudades selyúcidas de Anatolia y Persia. Desafortunadamente, este tesoro de la civilización islámica se perderá para siempre a menos que se tomen medidas urgentes para salvarlo.
Además, la filtración de agua a través de la barrera de roca y hormigón que rodea la Ciudadela son también un asunto de suma preocupación. A finales de la primavera, esta filtración provocó la inundación del monumento histórico conocido como Küçük Saray/Palacio Pequeño, en la esquina noreste de la Ciudadela, lo que suscita la preocupación de que el agua pueda estar filtrándose también en el sólido monte de piedra caliza sobre el que está construida la Ciudadela (ver fotos). El fracaso de este muro, que fue construido a un gran costo y que ha deteriorado gravemente el aspecto de la Ciudadela y pone partes de la misma en riesgo de colapso, tal como habían temido los críticos del proyecto de la presa Ilısu, es inaceptable, como lo es el largo cierre del nuevo Museo Hasankeyf debido a importantes filtraciones en el techo.
El desmantelamiento de la economía basada en el turismo de Hasankeyf también es inaceptable (fotos). El gobierno nunca ha revelado un plan sustantivo y convincente para transformar Hasankeyf en un destino turístico de clase mundial, y la evidencia aumenta día a día de que Hasankeyf y sus residentes lucharán durante mucho tiempo sólo para recuperar el nivel de actividad comercial del que disfrutaban antes de la destrucción de la ciudad histórica. Hay muchas formas de generar electricidad, pero la única manera de lograr un crecimiento sostenible y diversificado en Hasankeyf es permitiendo que el río Tigris fluya libremente y restablezca el equilibrio del ecosistema natural.
A la luz del deterioro de las condiciones físicas y económicas descritas anteriormente, exigimos que el gobierno de Turquía adopte medidas inmediatas y urgentes para detener los daños y la destrucción del patrimonio cultural de Hasankeyf y las zonas circundantes. Específicamente, el gobierno debe:
-Establecer una comisión independiente e interdisciplinaria de ingenieros, arquitectos, expertos en conservación del patrimonio cultural, etc., para valorar la situación en Hasankeyf y evaluar e informar al público sobre las amenazas actuales al Pequeño Palacio y la Ciudadela, así como sobre los progresos en la reparación/apertura del Museo de Hasankeyf.
-Establecer una comisión independiente e interdisciplinaria, integrada por sociólogos, ingenieros, arquitectos, expertos en vivienda y planificación urbana y otros, para garantizar que los problemas en la nueva zona de asentamiento de Hasankeyf -incluidos los problemas con las nuevas viviendas, el agua potable y el mal drenaje durante las fuertes lluvias- se resuelvan con prontitud.
-Velar por que todos los residentes desplazados por la fuerza durante la ejecución del proyecto de la presa Ilısu tengan acceso a una vivienda adecuada y asequible lo más cerca posible de la ubicación de sus hogares originales, independientemente de su género, situación familiar, patrimonio, situación laboral o propiedad. Todas las personas afectadas deben ser indemnizadas de acuerdo con el derecho internacional.
-Drenar el embalse, dejar que el río corra libre, permitir que el ecosistema natural recupere su equilibrio, y continuar la excavación, documentación y conservación del inestimable tesoro arqueológico y arquitectónico escondido en el suelo de Hasankeyf y sus alrededores.
-Documentar el patrimonio cultural intangible de los residentes locales de Hasankeyf y los casi 200 pueblos de la zona inundada.
-Desarrollar mecanismos sistemáticos para incluir una amplia muestra representativa de las partes interesadas en un programa riguroso y consensuado para diseñar, aplicar y gestionar un plan de desarrollo ambiental y socialmente sostenible en Hasankeyf y en la cuenca del Alto Tigris, para preservar la belleza natural y el valor del ecosistema natural para el beneficio social, cultural, científico y económico de las generaciones futuras.
Si bien la central hidroeléctrica Ilısu está diseñada para producir aproximadamente 4.000 GWh de electricidad cada año (aproximadamente el 1% del consumo total anual de electricidad de Turquía), no cabe duda de que los posibles beneficios culturales, sociales, educativos y económicos acumulados que se derivarán del patrimonio cultural de este paisaje histórico superan con creces el impacto económico previsto del proyecto de la presa Ilısu. Hasankeyf es uno de los sitios arqueológicos más valiosos del mundo. Si se drena el embalse y se restaura el ecosistema natural, el majestuoso paisaje de Hasankeyf y la cuenca del Alto Tigris podrían convertirse en el ancla de una industria regional de turismo de naturaleza y cultura que sea a la vez ambientalmente sostenible y económicamente rentable.
Para más información: www.hasankeyfmatters.com / www.hasankeyfgirisimi.net
FUENTE: Hasankeyf Matters / Iniciativa para mantener vivo a Hasankeyf / Traducido por Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina