El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, del partido socialdemócrata SPD, ha incidido una y otra vez en la importancia de respetar el embargo de armas en el caso de Libia, ya que el país norteafricano se encuentra inmerso en una guerra civil después de que la llamada Primavera Árabe acabase literalmente con el jefe del Estado, Muammar Al Gaddafi. El enjambre libio es complicado de explicar y de entender: los intereses por los pozos petroleros del país se mezclan con la falta de autoridades, y la lucha entre clanes y mafias apoyados cada uno por fuerzas extranjeras diferentes. Es por ello que la canciller Angela Merkel ha presumido organizar, el pasado enero, una conferencia de paz para Libia en Berlín.
Ante esta retórica, las revelanciones del programa “Report München” de la televisión pública alemana, junto con la revista Stern y la oficina de investigación neerlandesa Lighthouse Reports, entre otros medios como eldiario.es, llaman mucho la atención: a pesar de que la propia ONU ha decretado un embargo de armas para Libia mientras la situación continúe siendo inestable, Turquía ha continuado enviando grandes cargamentos de armas y soldados en las últimas semanas al país, y todo ello con aviones que son revisados de forma regular por Airbus.
Los aviones son, en concreto, los del tipo A400M, capaces de transportar hasta 37 toneladas de material bélico, y tienen su base aérea en la ciudad de Kayseri, en Anatolia. Están construidos en parte en Bremen y en Sevilla. A pesar del embargo, estos aviones vuelan de forma regular a Libia y llevan armas, como constató la ONU en un informe de diciembre pasado. Al parecer, Airbus ha asegurado al programa mencionado que continuará con el mantenimiento de dichos aviones de carga.
A pesar de que Maas se había llenado la boca ante sus colegas franceses e italianos, proponiendo sanciones a empresas e individuos que no respeten el embargo de armas a Libia, no se ha mencionado aún al respecto de la cooperación de esta empresa europea en la violación turca más que para asegurar que no tenía constancia de nada. Y ello a pesar de que el ministro Maas viajó la semana pasada a Trípolis y alertó de la posible escalada bélica en Libia.
Sevim Dagdelen, diputada del partido Die Linke, ha criticado la cooperación de Alemania con Turquía en materia bélica. “Dicha cooperación debería parar de forma general”, aseguraba a la prensa sobre el país, que es miembro de la OTAN. En una tribuna publicada en el diario Tagesspiegel Dagdelen, aseguraba que “Turquía recibe las armas que necesita para una confrontación bélica con Grecia. Es un escándalo”. El país envía desde hace semanas camiones y soldados a Libia.
En el reportaje de la televisión alemana aparece el que fuera el presidente para el control de exportación de armas en Alemania, Arnold Wallraff, y critica el apoyo de Airbus a Turquía a sabiendas de que el país incumple el embargo. La credibilidad de la Unión Europea (UE) y de Alemania en la materia queda en entredicho para él. Turquía aún recibirá dos aviones más del mismo tipo de la empresa. El canal francoalemán ARTE publicaba el viernes un reportaje con el título “Libia: ¿Incumple Airbus el embargo de armas?”. Entre junio y agosto, los periodistas descubrieron al menos diez vuelos turcos en dirección a Libia a través de una aplicación de seguimiento del tráfico aéreo.
El presidente francés Emmanuel Macron ha criticado a Erdogan y en junio lo dejaba claro en Meserberg: “El principal actor en Libia es Turquía, que está incumplimiendo sus compromisos adquiridos en la conferencia de paz de Berlín”. Macron aseguró que el país no solo ha reforzado su presencia militar en el país, sino que además “ha devuelto yihadistas que estaban en Siria al país”. Los países de la UE están obligados a perseguir en sus países a personas o empresas que incumplan el embargo, aseguran varios juristas. En los próximos días y semanas se verá si el trabajo que Airbus realiza para Turquía es considerado como un incumplimiento del mandato.
FUENTE: Carmela Negrete / El Salto Diario