La Dirección de Aguas del cantón de Hesekê, en el norte de Siria, inició un proyecto de excavación de pozos de agua para contrarrestar la interrupción del servicio causada por Turquía y sus mercenarios.
Después de la invasión de la ciudad de Serêkaniyê, el Estado turco y sus mercenarios interrumpieron la actividad de la planta de agua de Elok, que proveía de agua a cientos de miles de personas en Hesekê y sus alrededores. Esto sucedió hasta en ocho ocasiones.
Debido a esta situación, la Dirección de Aguas de Hesekê inició la excavación de pozos de agua, para contrarrestar la interrupción del suministro y satisfacer las necesidades de la gente.
El proyecto tiene como objetivo la perforación de 50 pozos: cinco de ellos ya se pusieron en funcionamiento a principios de agosto, y se sigue trabajando actualmente en otros 20.
El co-presidente de la Dirección de Aguas de Hesekê, Sozdar Ahmed, señaló que se pondrán en servicio un total de 25 pozos de agua, cada uno con una capacidad de producción de 20 metros cúbicos de agua por hora.
Ehmed dijo que el agua llegará a los barrios de Hesekê en 72 horas a partir de hoy, y añadió que después de esta primera fase del proyecto llegaría aún más agua a la gente.
Días atrás, Ahmed denunció el corte de suministro por parte de Turquía y explicó que Rusia continúa con las negociaciones con el gobierno de Ankara para poner en funcionamiento la estación de agua de Elok, en el campo de Serêkaniyê. Ahmed agregó que las negociaciones aún no han alcanzado ningún resultado.
Ahmed había anunciado que la administración autónoma estableció condiciones para suministrar electricidad a las áreas ocupadas a cambio de bombear agua a Hesekê. Según la funcionaria, una de sus condiciones más destacadas es la remoción de todas las extensiones eléctricas ilegales que los grupos armados turcos han colocado en la línea principal. También confirmó que se permitirá a los trabajadores de mantenimiento ingresar a la estación diariamente para realizar sus funciones.
Los residentes de Hesekê y su campo sufren graves dificultades para obtener agua potable y algunos se ven obligados a comprar agua en camiones cisterna privados, mientras que otros cavan pozos para conseguir agua para las necesidades del hogar, como lavar y limpiar.
En abril pasado, Human Rights Watch criticó la negativa de las fuerzas turcas a bombear una cantidad suficiente de agua al noreste de Siria, algo que debilita la capacidad de las organizaciones humanitarias para empoderar y proteger a las comunidades vulnerables.
FUENTE: ANF / North Press Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Latina