Una nueva encuesta de opinión realizada por una empresa de investigación turca reveló que el porcentaje de aquellos que se oponen al sistema presidencial de Recep Tayyip Erdogan en Turquía ha aumentado hasta el 59,9%.
El medio de comunicación opositor al actual régimen, Cumhuriyet, hizo referencia de esta forma a los datos aportados por Kemal Ozkiraz, presidente de la compañía de investigación Eurasia, en la última encuesta materializada por la agencia, que arroja una tendencia negativa de la figura presidencial en cuanto a la opinión pública popular.
El estudio se basó en varias preguntas realizadas a los encuestados respecto a dirigentes y líderes de los diferentes partidos. Los resultados arrojados indicaron que el 37,8% de los preguntados apoyaba a Recep Tayyip Erdogan, presidente del gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), frente a un 42,1% que rechazaba su persona y su gestión. Es decir, hay más ciudadanos turcos que no secundan la actitud del máximo dirigente otomano respecto a los que sí le apoyan. Mientras, el porcentaje de seguidores de Kemal Kilicdaroglu, jefe del Partido Popular Republicano (CHP, por sus siglas en turco), el mayor partido de la oposición, fue del 32,4%, con un 46,3% de personas que no apoyaban su persona.
Otra pregunta planteada por la encuesta, con respecto a las expectativas de los participantes, era la de que si se organizaba un referéndum para elegir entre el sistema parlamentario y el sistema presidencial actual, cuál sería la respuesta. Ahí destacaba el dato de un 59,9% de los encuestados que rechazan el actual modelo presidencial, muy ligado a la dirección de Erdogan.
Otra pregunta planteada por la encuesta era sobre si los ciudadanos esperan elecciones legislativas anticipadas o no. Aquí, el 56,4% dijo que no y el 33,5% respondió afirmativamente, mientras que el porcentaje de indecisos fue del 10,1%.
En respuesta a la pregunta sobre si Erdogan ganará las elecciones, el 44,9% de los encuestados manifestó que sí, en comparación con el 45% que dijo que no. El 9.4% señaló que este asunto depende de los otros candidatos.
En julio pasado, un informe reveló las condiciones que el país había alcanzado después de dos años del gobierno presidencialista impuesto por Erdogan en 2018, a pesar de todas las advertencias de sus desgracias. El trabajo fue publicado por el medio alemán Deutsche Welle en su versión turca, y afirmaba que la economía el país está experimentando grandes pérdidas debido al modelo actual, y que existe el temor de una nueva disminución de los ingresos nacionales, altas tasas de desempleo y de que la visión del país por parte de los inversores extranjeros siga empeorando significativamente, como también recogía el medio Al Ain News.
La última encuesta llega en un momento en el que ya se ha asentado el cambio que realizó Erdogan, en el que instauró un sistema presidencial que reemplazó al parlamentario anterior. Esto ha traído una mayor concentración de poder en manos del “sultán”, lo que está generando mucha controversia por su forma de llevar el país.
La nación euroasiática atraviesa por graves problemas internos: acuciada por una gran crisis económica, con una fuerte devaluación de la lira turca y con divisiones sociales y políticas que el régimen de Erdogan trata de aplacar de una manera contundente. En Turquía se han llevado a cabo detenciones de representantes políticos acusados de tener nexos con la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco), organización declarada terrorista por Turquía al ser acusada de llevar a cabo atentados al sur del territorio nacional. En este sentido, varios dirigentes del Partido Democrático del Pueblo (HDP, por sus siglas en turco) fueron arrestados arbitrariamente por supuestos vínculos con la organización kurda. El poder turco también ha llevado a cabo detenciones en el seno del ejército contra cientos de elementos señalados por una supuesta relación con el golpe de Estado de 2016 y por vínculos también con el clérigo opositor Fethullah Gülen, en lo que muchos analistas ven como una purga dentro de las Fuerzas Armadas. El actual gobierno también presentó un proyecto de ley encaminado a aumentar la influencia gubernamental en la dirección de los colegios de abogados para así influir más en la administración de justicia.
Esto en el plano interno. En el exterior, Turquía mantiene una fuerte postura beligerante para ganar una mejor posición geoestratégica en Oriente Medio y el Mediterráneo, y para obtener réditos de la explotación de recursos naturales como el gas y el petróleo; a través, sobre todo, de la intervención directa en las guerras de Siria y Libia, donde toma parte con el envío incluso de mercenarios a sueldo, algunos de los cuales están vinculados a grupos ligados en el pasado con entidades terroristas yihadistas como Daesh y Al Qaeda.
FUENTE: Raúl Redondo / Atalayar / Edición: Kurdistán América Latina