Los ataques de ocupación del Estado turco al Kurdistán del Sur (norte de Irak), que han estado en curso desde el 15 de junio, han adquirido una nueva dimensión. Primero, el campamento de refugiados de Makhmur, el asentamiento de yezidí en Shengal (Sinjar) y numerosas áreas de asentamiento civil en las Zonas de Defensa de Medya, en las montañas de Qandil, fueron bombardeadas por docenas de aviones de combate. Dos noches después, la operación de ocupación en Heftanin, que había comenzado en agosto de 2019, se amplió con ataques aéreos y tropas terrestres. Los ataques continúan sin cesar.
Tiempo y reacciones
El momento de estos ataques es sorprendente. Comenzaron después de una reunión de la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos en Bagdad, donde se discutió la situación de los países de la región. Turquía no estuvo representada en la reunión. Inmediatamente después, sin embargo, el jefe del servicio de inteligencia turco MIT, Hakan Fidan, hizo una visita sorpresa a Bagdad. Hay información diversa y contradictoria disponible sobre esta visita. En Bagdad, se dice que Fidan exigió que el nuevo primer ministro iraquí, Mustafa Al Kadhimi, ejerza presión sobre el gobierno regional de Kurdistán del Sur para que cierre el cruce fronterizo de Sêmalka hacia la región autónoma del norte de Siria. Se dice, además, que exigió lo mismo del partido gobernante KDP (Partido Democrático de Kurdistán). También se dice que solicitó la aprobación de una continuación de las operaciones en Shengal, Heftanin y Bradost.
Algunas voces afirman que Al Kadhimi no estuvo de acuerdo y, sin embargo, Turquía comenzó la operación el 15 de junio. Otras voces suponen que Al Kadhimi dio su consentimiento a puerta cerrada. Un día después del comienzo de la invasión, Al Kadhimi y los líderes del aparato de seguridad y el ejército, decidieron no hacer comentarios. Esta decisión confirma la suposición de que Al Kadhimi ha llegado a un acuerdo con Turquía en ciertos puntos.
Los círculos chiítas y el Ministerio de Relaciones Exteriores iraquí protestaron contra la invasión. En dos declaraciones verbales, la Cancillería iraquí pidió a Turquía que detenga los ataques y retire sus tropas de Irak. Líderes chiítas como Amir Hekim, Mukteda Al Sadr y Hadi Amiri, también protestaron contra los ataques de ocupación turca. Iyyad Allavi, quien es considerado un líder sunita, aunque él mismo es chiíta, ha pedido a Estados Unidos que detenga la invasión turca y proteja a Irak como socio estratégico de los ataques.
Hoşyar Zebari, miembro del Buró Político del KDP y ex ministro de Relaciones Exteriores y Finanzas de Irak, describió la invasión turca como un “desarrollo geopolítico serio”, y advirtió contra una expansión neo-otomana, que también involucraría a Mosul. Zebari afirmó: “Durante años, se ha hablado de que el líder turco Erdogan quiere expandir el territorio a las fronteras del ‘Pacto Nacional Misak-i Milli’ y anexar toda la parte sur del Kurdistán, incluidos Mosul y Kirkuk -entonces, por fin, un político del KDP como Zebari ha planteado este peligro-. Pero no es suficiente hablar de eso. Debemos pensar qué se puede hacer para bloquear los planes turcos. Y lo que hay que hacer es bastante obvio: los kurdos deben actuar juntos y tomar una posición común”.
Pero Zebari no habla por todo el KDP. Hasta ahora, ni el partido ni el gobierno regional que controla se han pronunciado en contra de la invasión turca. En lugar de protestar, el Movimiento de Liberación Kurdo se utiliza, como siempre, como justificación. Esto muestra que el KDP es, en cierta medida, parte de los ataques.
¿Por qué Estados Unidos y Al Kadhimi guardan silencio?
Las voces contra la invasión turca son cada vez más fuertes. Aún no se ha hecho ninguna declaración por parte del primer ministro iraquí Mustafa Al Kadhimi y de Estados Unidos. Esto inevitablemente plantea la cuestión de si la ocupación turca es el resultado de un acuerdo entre Estados Unidos, Al Kadhimi y Turquía.
Inmediatamente después de que comenzaron los ataques, Irak envió una delegación a Duhok para investigar el alcance de la invasión. La delegación visitó Zakho, Duhok y el área fronteriza, y regresó a Bagdad sin una explicación. Los ataques no se detuvieron después, sino que se volvieron aún más violentos.
Esta situación recuerda a la operación de ocupación turca, en diciembre de 2017, en Bradost. Una delegación de Bagdad llegó a la región, realizó investigaciones y regresó. El Estado turco continuó su operación y llegó a Lelikan, en 2018, y a Shekif, en 2019, que desde entonces ha abandonado. Aparentemente, la delegación iraquí solo había aclarado dónde Turquía podía invadir.
La situación será similar con la delegación que estaba ahora en Duhok, y es la siguiente: los ataques de ocupación continúan bajo un plan conjunto de Estados Unidos, parte de los líderes iraquíes, Turquía y parte del KDP. Como la agresión de Turquía no conoce fronteras, todos los días se mata a civiles, se bombardean áreas residenciales y áreas de picnic (recreación).
Pero las protestas contra la invasión turca también continúan. El plan de ocupación y sus actores son cada vez más claros. También es de esperar que las protestas de Irak y Kurdistán del Sur sean más fuertes.
FUENTE: Seyit Evran / ANF / Edición: Kurdistán América Latina