El portavoz de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), Nuri Mahmoud, emitió una declaración sobre la explosión de un camión cargado de combustible en la ciudad de Afrin el 28 de abril, que mató al menos a 40 personas, incluidos muchos civiles.
Mahmoud expresó que “algunas de las partes que ocuparon Afrin se apresuraron a responsabilizar a las YPG antes de verificar lo que sucedió ayer. Estas acusaciones son infundadas y no tenemos conexión con el incidente”.
Por otra parte, Mazlum Abdi, Comandante General de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), describió el hecho como un “ataque terrorista” que “debe ser condenado”. En su cuenta Twitter, Abdi expresó que “muchas personas completamente inocentes perdieron la vida en este ataque. Este cruel ataque en la tierra de la paz y el olivo, es una consecuencia de las políticas destructivas del Estado turco”.
A su vez, el Consejo Democrático de Siria (MSD) también condenó el ataque. “Durante mucho tiempo, la gente de Afrin ha estado viviendo con terror –señalaron desde una de las principales instituciones del norte y el este de Siria-. Los civiles son secuestrados, sus hogares son saqueados y muchas personas son asesinadas. La composición demográfica de la región está cambiando sistemáticamente. Este ataque tiene el mismo objetivo”.
El MSD criticó al Estado turco por no respetar el alto el fuego acordado con Estados Unidos y Rusia, y recordó que ayer a la noche hubo otro ataque con drones en la ciudad de Kobanê.
En un comunicado, el MSD denunció que “las bandas terroristas, con el apoyo del Estado turco, han llevado a cabo numerosos ataques de este tipo. Hacemos un llamado al público internacional a que asuma la responsabilidad, y detenga la ocupación y los ataques turcos de inmediato. Debe crearse un clima para una solución de acuerdo con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU”. Esta resolución exige el cese inmediato de las hostilidades, en particular los ataques contra la población civil.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina