Las mujeres Dengbêj (cantantes-cuentistas) han preservado la historia del pueblo kurdo en las nuevas generaciones a través de las canciones. Meryem Tuncer es una de estas mujeres. Ella sostiene que las canciones, que han difundido la cultura no escrita en el extranjero, no deben ser olvidadas. Observó que los jóvenes deben estudiar acerca de la cultura dengbêj y eso es históricamente muy importante.
Las principales fuentes del Dengbêj, la literatura oral de la cultura kurda, son el amor, la guerra y las migraciones. Dengbêj (cantante kurdo tradicional) son también llamados los narradores o recitadores de epopeyas. La mayoría de los Dengbêj cantan canciones sin ningún tipo de instrumentos. Aún cuando la presión, las atrocidades y las prohibiciones han sido obstáculos para la expresión de su cultura musical, no han podido nunca romper la conexión entre el pueblo kurdo y su música. Las mujeres continúan sosteniendo la herencia de Ayşe Şan y Meryem Xan, quien ha sido inmortalizada en el Kurdistán. Una de esas mujeres es Meryem Tuncer (40), quien señala que fueron las mujeres las creadoras de la cultura del dengbêj y esta cultura ha sido inmortalizada con ellas. Dice que el Dengbêj es el arte oral antiguo más eficaz del pueblo kurdo.
Meryem afirmó que descubrió la cultura Dengbêj cuando era una niña y que nunca renunció a cantar, incluso cuando les estaba prohibido a las mujeres cantar su dolor, su alegría y amor con su propia voz en las regiones dominadas por el sistema feudal.
“Las mujeres no podíamos cantar. Cantar canciones era considerada una tarea masculina. Había un montón de mujeres Dengbêj en ese momento. Sin embargo, nosotras mismas nos ocultábamos, porque cantar era una vergüenza y estaba prohibido para nosotras. En realidad, las mujeres crearon la cultura de Dengbêj”, afirma Meryem.
“A las mujeres siempre se las mantuvo alejadas de la cultura que ellas mismas habían creado. Cantábamos nuestras canciones en secreto. Yo estaba enamorada del Dengbêj. Asistía a las horas Dengbêj en el invierno”. Meryem fue obligada a casarse cuando era niña. Extrañaba a su familia y a su pueblo. Luego, se unió al grupo dengbêj de mujeres y proyectó sus anhelos a través de las canciones. Ella dice: “Llevamos nuestra cultura no escrita a través de canciones. Las mujeres que nos precedieron hicieron lo mismo. Los jóvenes deben estudiar sobre la cultura dengbêj y transmitir nuestra cultura a través de las canciones”.
FUENTE: JINHA (JIN NEWS AGENCY) / Traducción: Nathalia Benavides