El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no ha desarrollado una estrategia a largo plazo para integrar a los millones de refugiados que alberga en Turquía y, en cambio, los está utilizando como arma contra la Unión Europea (UE), escribió el periodista Paul Gadalla en un artículo de opinión para el diario griego Kathimerini.
Turquía declaró que sus fronteras estaban abiertas para los migrantes que se dirigían a Europa a fines de febrero, luego de que un ataque del gobierno sirio mató a docenas de soldados turcos en Idlib, al noroeste de Siria. Miles de migrantes marcharon a la frontera de Turquía con Grecia, donde fueron confrontados por las fuerzas de seguridad griegas.
“En este caso, Erdogan ha abierto la frontera de su país para obtener influencia táctica sobre Europa en las negociaciones para obtener más ayuda para compensar el fracaso de su ofensiva Idlib y la afluencia de refugiados que podría traer”, sostuvo Gadalla.
Pero esta no es la primera vez que el presidente de Turquía, en disputa con los países vecinos, ha instrumentalizado a los aproximadamente cuatro millones de refugiados y solicitantes de asilo que se encuentran en su país.
El gobierno turco aseguró un acuerdo de migración con la Unión Europea por valor de seis mil millones de euros en 2016, después de que grandes oleadas de migrantes viajaron a Europa debido a que las fuerzas de seguridad de Turquía no vigilaron sus propias fronteras, afirmó el periodista.
Desde entonces, los millones de refugiados en Turquía -después de haber sido desarraigados por conflictos en Siria, Irak y otros países vecinos-, han sido una herramienta en el arsenal de Erdogan, remarcó Gadalla, incluso cuando su presencia en el país provocó la indignación de los políticos locales cuando la economía de Turquía se debilitó.
El gobierno turco respondió a la creciente protesta pública sobre el número de refugiados imponiendo restricciones a su presencia, y declarando que no se les permitiría establecerse en el país de forma permanente.
“Tales tácticas solo muestran lo que estos refugiados significan para Turquía: una carga que pueden usar para extraer concesiones de la Unión Europea”, aseveró Gadalla.
“Ahora, a medida que expira el acuerdo de migrantes de 2016 con Turquía, la Unión Europea también debería ser más dura con Turquía en cualquier otra conversación, en lugar de aceptar ser chantajeado”, puntualizó.
Erdogan viajó a Bruselas para discutir un acuerdo de migración actualizado con la Unión Europea a principios de este mes, pero regresó con las manos vacías después de que supuestamente pidiera que las relaciones más amplias de Turquía con el bloque estuvieran vinculadas a un nuevo acuerdo.
FUENTE: Ahval / Traducción y edición: Kurdistán América Latina