La Coordinadora de la Crisis por el Coronavirus, conformada por el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), emitió este viernes un comunicado en el que subraya el riesgo para la gente y la salud pública en la actualidad, debido a la mala gestión de la emergencia por parte del gobierno de Turquía.
“Ahora estamos en riesgo de añadir más personas desempleadas a los ya ocho millones de desempleados –explicó el partido-. Los parlamentos de todo el mundo están elaborando respuestas de emergencia y medidas para hacer frente a la crisis del coronavirus. En Turquía, como de costumbre, el disfuncional parlamento no está haciendo nada”.
Desde el HDP, señalaron que “las propuestas presentadas a la Asamblea Nacional para hacer frente a la crisis del coronavirus son rechazadas por el AKP-MHP (alianza gobernante). El gobierno del AKP no ha renunciado a la discriminación. Ni siquiera ha convocado a la Asociación Médica Turca y a organizaciones laborales como DISK y KESK. La razón de esta práctica discriminatoria fue clara al final de la reunión: las medidas gubernamentales anunciadas se centran en la protección de los intereses del capital en lugar de la salud pública”.
En la declaración, el HDP realizó algunas preguntas: “¿Cuántas personas se han hecho la prueba hasta ahora? ¿Cuántas personas han sido tratadas y dadas de alta? ¿Cuántas personas están en cuarentena? ¿Cuál es la principal estrategia para prevenir la propagación del virus? ¿Cómo vivirán ocho millones de personas desempleadas? ¿Cómo se protegerá la salud de los que tienen que trabajar porque no tienen derecho a vacaciones remuneradas? ¿Con qué medidas adicionales se protegerá la seguridad de los trabajadores de la salud que luchan contra el virus? ¿Cómo se protegerá la salud de todos los presos, especialmente de los presos gravemente enfermos, los ancianos y las presas con hijos, en las cárceles? ¿Cómo hacer frente a la violencia contra las mujeres, que ya ha aumentado debido al autoaislamiento?”.
El HDP añadió en el comunicado que “según las fuentes de nuestro partido, el número de personas que han contraído el virus ya es de miles, no de cientos. Este número aumentará rápidamente y está claro que los hospitales y las unidades de cuidados intensivos no podrán hacer frente a tal emergencia”.
Entre las medidas urgentes que se deben tomar, el HDP subrayó la necesidad de que “las pruebas se realicen en todos los barrios y en todos los hogares, no en unos pocos puntos de las ciudades”.
A su vez, el HDP demandó que “los trabajadores de la salud, que han sido despedidos por decreto ley, deben ser reintegrados y deben volver a sus puestos y ser asignados a trabajar en las unidades de salud más cercanas. El Ministerio de Salud debe tomar medidas para proteger a los trabajadores de la salud”.
“Los hospitales privados y públicos deben ser administrados por el Estado y utilizados para combatir la epidemia hasta que pase la amenaza del virus –propuso el partido-. Todos los hospitales estatales que han sido cerrados deben ser reabiertos urgentemente. Todos los hospitales municipales (privados) deben ser nacionalizados lo antes posible”.
Al mismo tiempo, el HDP reclamó que “todas las fábricas, instalaciones de producción y unidades de venta al por menor deben cerrarse por un tiempo, excepto las que producen alimentos, atención sanitaria, medicamentos, materiales de limpieza, energía y sectores de la comunicación, que responden a las necesidades básicas de todos los ciudadanos. Esto es esencial para que el brote no se extienda. Los trabajadores de todos los sectores que interrumpan el trabajo deben estar de vacaciones pagadas”.
Además, el HDP sugirió que “los ciudadanos sin hogar se sometan a un examen médico completo y sean colocados en dormitorios, asilos, casas de huéspedes y casas vacías. Deben valorarse las casas vacías de manera planificada para este período”.
Con referencia a los campos de refugiados que existen en Turquía, que albergan casi cuatro millones de personas desplazadas, “deben proporcionar una atención sanitaria completa y las condiciones deben mejorar ante la amenaza de epidemias. Todos los que viven en los campamentos tienen que ser examinados y los refugiados que no estén registrados deben recibir servicios de salud”.
Por último, según el HDP, se deben impulsar “anuncios públicos multilingües, en kurdo y otros idiomas además del turco, que se difundan diariamente en los canales de televisión/radio estatales y privados”.
El jueves por la noche, el Ministerio de Sanidad turco anunció que durante la jornada de ayer se realizaron 1.981 test, y que 168 habían dado positivo por coronavirus. La cifra total de casos confirmados en el país es de 359, indicó la cartera ministerial.
El ministro de Salud confirmó la muerte de una mujer de 85 años de edad, señalando que otro paciente había muerto antes que ella y también se había determinado que la causa fue coronavirus.
“Nuestra cifra de muertos, desafortunadamente, asciende a 4. Nuestro dolor aumenta, pero tendremos éxito”, añadió el titular de la cartera de Salud.
Por su parte, 33 asociaciones de abogados y abogadas le demandaron al Ejecutivo turco que libere a los presos y a las presas, por encontrarse en una situación vulnerable frente al coronavirus. Las 375 cárceles en Turquía alojan alrededor de 270.000 personas, según las cifras publicadas por el Instituto Turco de Estadísticas (TurkStat). La preocupación aumenta por el hacinamiento que puede ayudar a propagar el virus, así como otras enfermedades.
En un comunicado, las asociaciones explicaron que las sentencias deberían ser suspendidas o cumplirse en el domicilio dada la situación de emergencia extrema. También recordaron que en Irán miles de presos fueron liberados para prevenir la propagación del coronavirus, y que se han tomado medidas similares en otros países.
El Ministerio de Justicia suspendió el pasado 13 de marzo las visitas a las prisiones, así como las reuniones de los presos con sus abogados, hasta finales de abril.
Las asociaciones remarcaron que el derecho de reunirse con sus familiares y abogados, para los presos es la única vía de comunicarse con el exterior, y añadieron que esta medida “no encaja con el propósito perseguido”.
“El virus puede ser transmitido a las cárceles no solamente por medio de los familiares de los presos, sino también a través de los guardias y el personal de seguridad”, lo que implica que deben tomarse diferentes medidas para lidiar de forma efectiva con la emergencia, expresaron.
Los abogados y las abogadas enfatizaron que las cárceles en Turquía están saturadas y esto “limita el acceso a los suministros de limpieza y desinfectantes. Hay miles de presos enfermos, presos mayores, mujeres y niños. Deben tomarse medidas urgentes y desarrollarse soluciones con el fin de combatir de forma efectiva esta epidemia y minimizar los posibles riesgos para la vida”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina