El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y su contraparte estadounidense Donald Trump se reunieron en la Casa Blanca el miércoles pasado. Ambos líderes, en una reunión inusual con senadores republicanos conocidos por su criticismo hacia Erdogan, discutieron una larga lista de temas que han llevado a la escalada de tensiones entre los dos miembros de la OTAN. Entre las discusiones, se incluyeron la operación militar de Turquía en el norte de Siria, la decisión de Ankara de adquirir misiles rusos de defensa aérea S-400, las sanciones de Estados Unidos contra Turquía y una moción para reconocer el genocidio armenio.
La muy esperada visita de Erdogan a los Estados Unidos puede resumirse en siete puntos:
1- Duración de la visita: El viaje de Erdogan duró menos de 30 horas y terminó con una visita a la mezquita turca en Maryland. El presidente turco, que había permanecido en Estados Unidos durante tres o cinco días en visitas anteriores, se quedó únicamente un período de tiempo corto. Erdogan solo visitó la Casa Blanca ya que carece de otros amigos en Washington, y tuvo que enfrentar una de las mayores protestas organizadas contra un líder extranjero en la capital. No fue a sufrir en estas 30 horas, ya que no hubo preguntas sorpresa, por lo menos en público, y no tuvo que lidiar con cuestionamientos de la libertad de prensa o de las violaciones de los derechos humanos en Turquía.
2- Coincidencia histórica: Erdogan visitó la Casa Blanca y Trump le dio la bienvenida. La visita se vio eclipsada por el primer día de audiencias de juicio político contra el mandatario estadounidense. Trump pasó el día con Erdogan, intentando dar la impresión de que estaba demasiado ocupado para lidiar con lo que él llama la cacería de brujas en su contra.
3- Problemas sin resolver: Trump ha presentado incentivos para hacer que Erdogan retire la decisión de comprar misiles rusos S-400. El presidente de Estados Unidos habló sobre impulsar el comercio con Turquía a 100 mil millones de dólares.
La Casa Blanca ha prometido mejorar las relaciones diplomáticas y comerciales bilaterales si Erdogan no activa los S-400. Sin embargo, no parece que se haya llegado a un acuerdo, por el contrario, en el avión de regreso a Turquía, Erdogan afirmó que no renunciaría a los S-400.
La reunión careció de historias de éxito. Por ejemplo, Trump afirmó que ambos líderes instruyeron a sus diplomáticos trabajar en la resolución de conflictos derivados de los misiles S-400. Por supuesto, esta afirmación no significa nada. Las autoridades de ambos países han tratado de resolver este problema desde hace ya dos años.
4- Senadores: Aún no sabemos por completo qué fue discutido por los cinco senadores republicanos, Erdogan y Trump en la Oficina Oval, aunque ha habido algunas fugas de información. Erdogan parecía muy confiado en las fotos de la reunión y actuó como si él la estuviera presidiendo. Muchos afirman que Trump llevó a los senadores con la instrucción de ser duros con Erdogan en lugar de enfrentarse él mismo al presidente turco.
A pesar de que el senador republicano Lindsey Graham ha hablado de lo duro que fue con el líder turco, justo tras la reunión bloqueó el proyecto de ley para el reconocimiento del Genocidio Armenio en el Senado. Es así como Graham regaló a Erdogan la única victoria tangible de su visita.
5- Caso Halkbank: No sabemos de qué hablaron los líderes sobre el proceso en contra del banco estatal turco Halkbank, a pesar de que Erdogan dijo que discutieron el caso.
6- Los pocos, pero poderosos aliados de Erdogan: Gracias a los esfuerzos de Trump y el senador republicano Mitch McConnell, todo lo que podría empujar a Turquía hacia Rusia se ha evitado por completo. Trump en la Casa Blanca y McConnell en el Senado continuaron haciendo lo mejor por complacer a Erdogan.
Por ejemplo, los cinco senadores, todos críticos de Turquía, que se reunieron con Erdogan, dijeron que las relaciones con Turquía no deberían debilitarse aún más. Parece que el líder de la mayoría en el Senado está de acuerdo con Trump en tratar a Turquía y Erdogan delicadamente.
7- Las buenas noticias del Senado a Erdogan: Trump y el líder del Senado ya han bloqueado los paquetes de sanciones, uno de los cuales incluso afecta personalmente a Erdogan. En Washington, donde Erdogan no tiene muchos amigos, el presidente turco se apega a Trump, su único amigo, pero el amigo más poderoso del mundo, y podemos decir que esta amistad fue suficiente para Erdogan.
Trump primero bloqueó las sanciones de Estados Unidos a Turquía, luego dio luz verde a la operación turca en el norte de Siria, después dio una muy buena bienvenida sin problemas a Erdogan, quien no puede ir a las capitales europeas.
En cuanto a la crisis de los S-400 y los problemas sobre el norte de Siria, las dos partes no tomaron ninguna medida importante, pero las negociaciones de la Casa Blanca salvaron el día y fueron más que suficientes para Erdogan.
Fue una visita útil a la agenda política interna de los líderes, pero no para los intereses nacionales de los dos países. La promesa de pasar una nueva página sobre las relaciones entre ambos países, anunciada por el portavoz presidencial turco, es totalmente vacía. Ninguno de los problemas institucionales fue solucionado y existe un profundo problema de confianza entre las fuerzas militares. Sin embargo, Trump es una oportunidad única para Erdogan, y el presidente turco parece aprovecharla al máximo. En 2020, el candidato favorito de Erdogan para las elecciones de Estados Unidos debería ser claramente Trump.
Erdogan ha puesto todos sus huevos en la canasta de Trump, y hasta ahora esta apuesta ha traído resultados.
FUENTE: Ilhan Tanir / Ahval / Traducción: Fernando Fernández García / Edición: Kurdistán América Latina