Por ANF / NPA / Edición: Kurdistán América Latina – Con el genocidio que el imperio otomano comenzó en 1915, un millón y medio de armenios y unos 500.000 sirios fueron asesinados. Los yazidíes también fueron perseguidos y asesinados por el régimen otomano. Miles huyeron a Europa, a Rojava y a Kurdistán del Sur (norte de Irak). Algunos de estos refugiados se han establecido en la aldea de Til Nisrî, cerca de Til Temir, en el norte de Siria.
Hay una iglesia en cada una de las 34 aldeas del distrito de Til Temir, en la provincia de Hesekê. Diez iglesias fueron destruidas por ISIS. Una de estas iglesias es la de Maryam-al-Azra, en el pueblo de Til Nisrî. Fue volada por ISIS el 23 de febrero de 2015. Cientos de mujeres cristianas fueron asesinadas, muchas secuestradas y otras desplazadas.
Uno de los testigos de la crueldad de ISIS es el ciudadano sirio Sargon Koshaba, de Til Nisrî. Su familia provenía originalmente de la provincia de Hakkari, en el norte de Kurdistán (sudeste de Turquía) y se vio obligado a huir a Til Nisrî a causa del genocidio en 1915. Sargon cuenta sobre el ataque de ISIS en 2015: “Atacaron nuestra aldea de la manera más cruel. Cometieron una masacre de la población regional y saquearon todo. Como si el genocidio otomano contra los armenios y sirios no hubiera sido suficiente, ahora están en la frontera de Xabûr y continúan sus ataques. Ahora quieren repetir las masacres contra nosotros con la misma actitud otomana. El Estado turco deliberadamente comete un genocidio con sus mercenarios, y quieren destruirnos”.
Sargon explica: “Resistimos la invasión hombro con hombro con los pueblos de la región. Nuestra lucha aplastará los ataques del Estado turco y volveremos nuevamente a una vida de paz y seguridad. No hay mayor pecado que hacer que nuestra gente sea víctima de este sucio trato. Pido a la ONU que detenga a Turquía inmediatamente en su ataque contra el norte y el este de Siria”.
Cosfin Ilyas Namo (75) proviene de una familia armenia de Mardin. Su familia huyó del genocidio otomano a Til Temir. Muchos de los familiares de Cosfin aún viven en el norte de Kurdistán y en Turquía, pero como se vieron obligados a convertirse al Islam ya no tienen contacto con la mayoría de ellos.
Cosfin nació en Til Nisri. Después del ataque de ISIS, huyó a Qamishlo, luego a Hesekê y finalmente regresó a Til Nisrî. Ella pasó la mayor parte de su vida huyendo. “Mataron a todo el pueblo –recuerda-, derribaron sus lugares de oración. No tienen humanidad. ¿Cuánto tiempo viviremos como refugiados? ¿A dónde deberíamos ir? No lo haré, que se vayan ellos de aquí. Mi vida no es más preciosa que la de los jóvenes que luchan contra la invasión. Me quedaré aquí con ellos”.
Las ciudades de Serekaniye (Ras al-Ain), Tal Abyad (Gire Spi) y Afrin son testigos de una gran ola de desplazamiento, incluido el componente cristiano, debido a los ataques militares turcos, en medio de los bombardeos y las masacres civiles. Alrededor de 700 familias cristianas de Serekaniye, Gire Spi y Afrin han llegado a Kobane.
Firas, un clérigo de la iglesia al-Ekhowa, de Kobane, dijo a North-Press (NPA) que los ataques militares turcos y sus grupos armados han dejado a los residentes con un gran temor, por lo cual se desplazaron de sus poblaciones, ya que esos grupos armados atacan a todos los habitantes.
El clérigo agregó que las mismas escenas de destrucción de iglesias en Afrin, ahora se repiten en el noreste de Siria, y señaló que “en el pasado, ISIS destruyó iglesias y las convirtió en prisiones, y ahora estos grupos extremistas harán lo mismo”.
“Si estos militantes (aliados a Turquía) no son detenidos, millones de personas serán asesinadas nuevamente”, agregó Firas, que recordó las masacres cometidas por los otomanos contra armenios, asirios y griegos en 1915. “Los cristianos establecieron iglesias en las áreas del norte y este de Siria nuevamente, y continuaron sus vidas aquí”, aseguró.
Además, mencionó el cambio demográfico impulsado por Turquía, ya que muchas familias cristianas fueron desplazadas de Afrin, algunas de las cuales fueron asesinadas. “El genocidio está ocurriendo nuevamente, contra la gente de Gire Spi y Serekaniye, desplazando a sus habitantes y los terroristas toman el control de sus casas y saqueando todo”.
El clérigo alertó que la Iglesia de al-Ekhowa (Fraternidad) también se encuentra en peligro, porque está cerca de la frontera turca, lo que los llevó a evacuar su lugar. Firas afirmó que varias iglesias se había establecido como resultado de la paz y la hermandad con los kurdos y árabes.
“El mundo nunca debería olvidar a los cientos de miles de armenios que fueron asesinados por los turcos otomanos, ya que no se reconoció esa masacre. Si esto sucede nuevamente, será un crimen y una gran injusticia contra nosotros”, concluyó Firas.