Ali Wazir, un poblador kurdo de la ciudad de Hasake, en el norte de Siria, ayer se inmoló frente a la sede de la ONU en Ginebra para protestar por el silencio del organismo internacional frente a la invasión del Estado turco contra Rojava.
Las condiciones de Wazir siguen siendo graves, ya que el 84 por ciento de su cuerpo ha sufrido quemaduras. En estos momentos, recibe tratamiento en el Hospital Central de la Universidad de Lausana.
El hermano de Wazir, Mizaz, que vive en Suiza, explicó a ANF por qué su hermano recurrió a tal acción. “Mi hermano Ali estaba muy perturbado por los ataques de invasión del Estado turco a Rojava y el silencio de las fuerzas internacionales, especialmente de la ONU”.
“Mi hermano vino recientemente a visitarnos desde Alemania con su familia. Estaba muy enfadado con los ataques del Estado turco contra Rojava. Se dedicó todo el tiempo a observar lo que pasaba en Rojava. ‘Hay muchos mártires en Serêkaniyê’, me dijo. Matan a civiles, niños, mujeres, ancianos. Están desplazando a la gente”, añadió Mizaz.
Según Mizaz, su hermano “miraba las fotos de sus amigos que cayeron mártires y las fotos de los civiles, y se sentía muy afectado. Pasaba así los días. No dormía desde que los mercenarios intentaron entrar en Serêkaniyê. Cerraba los ojos durante cinco minutos, mirando las noticias. Cuando dormía, hacía ruidos y movimientos como si estuviera en guerra. Fue muy difícil para él no hacer nada y sólo mirar lo que pasaba”.
Ali Wazir, el día anterior a inmolarse, había preguntado a su hermano sobre la ONU, y señaló que ese organismo guardaba silencio sobre lo que ocurre en Rojava. “Pero nunca pensamos que llevaría a cabo tal acción. Dormimos hasta tarde y nos despertamos por la mañana. Dijo que estaba bien. Así que me volví a dormir. Unas horas más tarde, me desperté con el sonido de la ambulancia y la policía. Cuando salimos con mi hermano Lezgin, vimos a Ali en la ambulancia”, recordó.
Cuando estacionó la ambulancia y la policía preguntó qué había pasado, le contestaron que su “hermano se había prendido fuego echándose combustible encima”. La policía le contó a Mizaz que las últimas palabras del Ali fueron: “Me inmolo por Rojava”.
El hermano de Wazir dijo que la acción de Ali era honorable. “Este no es el momento de sentarse y esperar. Todos deben rebelarse contra esta ocupación y estas masacres. ¿Cuánto tiempo estaremos en silencio? Nadie debería decir que sólo hay guerra en Rojava, vivimos en Europa todos los días, y somos parte de esta guerra”.
“Hay cientos de jóvenes como Ali -dijo Mizaz-. Hay muchos jóvenes dispuestos a prender fuego a sus cuerpos en este momento. Europa y el mundo deberían saberlo”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina