La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) anunció que se ha implementado la primera fase del triple acuerdo, en el que participan Estados Unidos y Turquía, sobre seguridad fronteriza.
El co- presidente del Buró de Defensa de la AANES, Zedan Al Asi, fue el encargado de explicar que el acuerdo se concretó en las reuniones efectuadas en Ankara del 5 al 7 de agosto.
“Como parte del triple acuerdo con Turquía y Estados Unidos sobre seguridad fronteriza, comenzamos a tomar medidas prácticas para implementar la primera fase. Las presas fronterizas se eliminaron en Serekaniye, las unidades de las YPG y las armas pesadas se retiraron a sus nuevas posiciones, y los puntos de control a lo largo de la frontera se entregaron a las fuerzas locales”, detalló.
Al Asi agregó que el acuerdo también se implementó Gire Spi. El representante de la AANES afirmó que los requisitos del acuerdo se cumplen meticulosamente y que la administración autónoma como sus fuerzas de autodefensa intentan resolver los problemas con los países vecinos mediante un diálogo pacífico.
“Estos pasos reafirman la seriedad de nuestro compromiso con los entendimientos actuales y nuestro interés en alcanzar una solución amplia mediante el diálogo pacífico con los países vecinos”, indicaron desde la Oficina de Defensa de la AANES.
El acuerdo tripartito se alcanzó luego de duras negociaciones y en medio de los intentos del Turquía por lanzar una invasión abierta contra el norte y el este de Siria, con el objetivo de derrotar al pueblo kurdo y a sus organizaciones político-militares.
La intención de Turquía -que encabeza la invasión militar en el cantón kurdo de Afrin desde marzo del año pasado, además de sostener a los grupos terroristas que ocupan esa región-, era imponer una “zona segura” que le permitiera ingresar entre 30 y 40 kilómetros en el territorio controlado por la AANES.
El gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan expresó en varias ocasiones que su intención es destruir a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) y tomar el control del territorio para implementar un profundo cambio demográfico, como lo intenta hacer en Afrin.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó su apoyo a la creación de una “zona de seguridad para Turquía” en el norte de Siria, donde se concentra la minoría kurda y donde milicias kurdo-sirias ganaron terreno al expulsar, con la ayuda de Estados Unidos, al Estado Islámico (EI).
“Partimos de que la creación de zonas de seguridad para Turquía, en su frontera sur, crearán unas buenas condiciones que garanticen la integridad territorial de Siria. En ese sentido, apoyaríamos medidas destinadas a desescalar la situación en esa zona”, aseguró Putin a la prensa, poco después de reunirse con su par turco en Moscú.
FUENTE: ANF / EFE/ Edición: Kurdistán América Latina