La Iniciativa de Periodistas Libres (OGI) de Turquía emitió una declaración en la jornada de ayer, al celebrarse el Día de la Libertad de Prensa, en la que reveló que 152 periodistas se encuentran encarcelados en el país.
En el comunicado, se destacó que el número de periodistas detenidos, juzgados y arrestados muestra que los medios de comunicación no son libres en Turquía y que la censura continúa.
“Desde principios de 2019, 36 periodistas han sido detenidos, 13 arrestados, 30 investigados y ocho demandados –detallaron desde la OGI-. 314 periodistas han sido juzgados y 42 han sido condenados. Dos periodistas fueron deportados. Turquía se ubicó en el puesto 157 entre 180 países donde no se respeta la libertad de prensa”.
La OGI también señaló que miles de periodistas en el país perdieron sus empleos después de que se declaró el estado de emergencia, tras el intento de golpe de Estado en 2016. Además, docenas de comunicadores “fueron obligados a abandonar el país debido a la presión y las penas de prisión”. A su vez, remarcaron que “el 95% de los medios está controlado por el gobierno. Estos datos puntualmente muestran que la prensa no es libre. Los periodistas trabajan bajo coacción por parte del gobierno”.
La Iniciativa de Periodistas Libres expresó que los periodistas encarcelados deben ser liberados y las imputaciones en su contra desechadas. “Los periodistas libres continúan su trabajo con la responsabilidad de informar al público lo mejor que puedan”, finalizaron la declaración.
En abril de este año, Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó su informe anual en donde aseguró que Turquía es el país más prolífico en encarcelamiento de periodistas profesionales, recurriendo de forma sistemática a las detenciones preventivas e imponiendo largas penas de prisión, a veces tan largas como la cadena perpetua.
Incluso el representante de RSF, Erol Önderoğlu, ha sido acusado de apoyar “propaganda terrorista” por el simple hecho de defender un periódico kurdo. No contenta con bloquear miles de artículos cada año y encarcelar a la gente por sus publicaciones en las redes sociales, Ankara está ahora tratando de poner los servicios de video en línea bajo su control, criticó RSF.
Turquía es también el único país del mundo donde un periodista ha sido objeto de un proceso penal en relación a sus informes sobre los Paradise Papers, subrayó RSF. Pelin Ünker fue condenado a 13 meses de cárcel y a pagar una cuantiosa multa. Sirve como uno de los muchos ejemplos de cómo el periodismo de investigación, que el gobierno califica de “destructivo” y “anti-patriótico”, es perseguido. Particularmente la corrupción ha quedado fuera de los límites del periodismo desde que un escándalo de investigación hizo tambalear al gobierno de Recep Tayyip Erdogan en 2013.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina