El colectivo Armenia Queer realizó una actividad para tratar el tema de la opresión de las comunidades LGTBQ en Armenia y en la diáspora, e invitó a Alessia Dro, representante en América Latina del Movimiento de Mujeres Kurdas. En el marco del encuentro se realizó una gira de prensa por medios de comunicación de la ciudad de Córdoba, Argentina, donde se llevó a cabo la actividad.
Como parte de la gira de medios, Alessia Dro, del Movimiento de Mujeres Kurdas, y Tamara Derderian, de Armenia Queer, participaron en Radio Nacional, en el programa “Bajo el mismo sol”, y en Radio Universidad, en “Subversiones”, para hablar sobre la importancia de tender puentes entre ambos pueblos y sus luchas, y sobre las luchas y situaciones que viven actualmente en relación a la liberación de la mujer y la lucha contra el patriarcado.
Tamara Derderian, del colectivo Armenia Queer, comentó: “El documental relata historias de las dificultades de la comunidad LGTBQ en la comunidad armenia y en la diáspora. Fue realizado por activistas que están trabajando el tema en Armenia, no sin tener dificultades. Hay muchísima resistencia. Quienes somos armenios y armenias, y vivimos en la diáspora, queremos también empezar a dar este debate, pero queremos que el debate sea amplio, no solo hablar de nosotros y nosotres, sino qué pasa con esto de la identidad y la nación, qué pasa cuando aparecen en contraposición, una falsa contraposición, cómo nos pesa el patriarcado en todas las comunidades”.
Al respecto de la situación de las mujeres en Rojava, Alessia Dro destacó que hubo un “cambio muy profundo en el sentido de autodefensa. Para nosotras, autodefensa es autoorganización en cada ámbito de la vida. Sabemos que en los medios occidentales han sido difundidas imágenes de amazonas listas para defender su tierra, pero en verdad lo que se está organizando en un nivel social, la economía, la salud, es un modelo social que no tiene que ver solo con la defensa en armas. Así como con la tierra no es solo en el sentido de defensa de las propias fronteras, sino en la defensa espiritual y cultural de las áreas, en lo que ha sido este tiempo”. Y agregó que la victoria contra el Estado Islámico (ISIS) “es principalmente porque nosotras sabemos qué tipo de sociedad queremos alcanzar. No es una victoria militar la de las mujeres de las unidades de defensa de la mujer, es una victoria contra la mentalidad machista y patriarcal del ISIS y también de los poderes involucrados en la región, sus servicios secretos, etc. Es un nivel del desarrollo ideológico de lo que es la liberación de las mujeres en cada nivel de la vida”.
Dro también recordó que “la organización del Movimiento de Mujeres de Kurdistán se planteó en la diáspora, en 1987. No hay que olvidarse de eso, que impulsaron la participación de las mujeres a partir de los años 90, que iniciaron contra la enorme represión que vivió el pueblo kurdo, especialmente en la región de Kurdistán del Norte (Sudeste de Turquía). Allí surgieron (las mujeres) como bloque autónomo, organizándose en cada ámbito de la vida”. Y destacó que “por eso agradecemos la invitación a la actividad de hoy, con una visión de cuestionar el nacionalismo, y las identidades sociales y plurales. En Rojava, en el norte de Siria, podemos ver cómo se está planteando un modelo alternativo, contra cada discriminación, a partir de la ruptura contra el patriarcado”.
“En Armenia, el Estado ha llevado adelante una persecución contra el colectivo LGTBQ, pero nos preocupa también la situación en la diáspora. Somos un pueblo diaspórico, quienes vivimos fuera de Armenia nos preocupa esta idealización de una identidad y nación que contiene todo, y nos estamos preguntando si realmente contiene todo, o si hay que ir, como dicen las compañeras kurdas, mucho más allá, y pensar cómo queremos vivir dentro de una cultura, cómo queremos sostener los verdaderos valores de esa cultura, y quiénes son los sujetos que la habitan. La ausencia de determinados sujetos, la ausencia de determinados cuerpos en los procesos de liberación no debe dar lo mismo”, expresó Derderian, al profundizar sobre la situación del colectivo LGTBQ del pueblo armenio.
“Una cosa que me parece muy interesante de la mirada de las compañeras kurdas es no querer solo modificar la mirada desde lo macro de la historia de nuestro pueblo, sino empezar desde lo pequeño, de lo cotidiano, de cómo queremos vivir, que es una pregunta tan sencilla que tiene múltiples respuestas”, destacó Tamara Derderían, al remarcar la importancia de la participación de Alessia en el debate de la tarde.
“No vivimos una vida parcialmente”
“Encontrarnos y empezar a dialogar desde la subjetividad, qué sentimos nosotras con la identidad. No vivimos una vida parcialmente, la vida que habitamos tiene que ver con una culturalidad, en nuestro caso marcada por la historia de nuestro pueblo, el pueblo armenio, pero también sentimos que había otros aspectos que, dentro de los espacios pequeños y diaspóricos, como nuestro caso, tienen un discurso con una mirada patriarcal de las relaciones humanas. Entonces había que romper. Es decir, cómo rompemos desde nuestro propio pueblo, desde nuestra propia subjetividad, ese silenciamiento, y así empezamos a tener una propuesta que empieza a cuestionar quiénes son los sujetos y las sujetas que están habitando esos espacios. ¿Somos todos heterosexuales? Y no. Ahora, la solución no es que el Estado armenio deje de hacer cosas o haga cosas, sino que la cultura, que realmente rebasa las acciones del Estado, empiece a romper esa mirada patriarcal sobre las corporalidades, sobre la sexualidad, sin que esto suponga una ruptura con el mantenimiento y preservación de la cultura armenia, pero en nuevos términos. Esos términos siempre tienen que ser nuevos. Todo tiene que ser ruptura y continuidad, rompamos con algo que es lo que nos está oprimiendo, pero continuemos con lo que tenemos como valor de la cultura armenia, que para nosotros, que somos un pueblo diaspórico, nos ha ayudado a sostenernos en nuestras propias vidas”, dijo Derderian, reflexionando sobre todas las miradas que cruzan la discusión sobre la identidad, cultura y nación.
“La homofobia es el resultado del entramado de la violencia patriarcal, capitalista y colonial sobre los cuerpos”
“Todo está interconectado, no podemos desarrollar una política de liberación de la sexualidad por fuera de la derrota del patriarcado y del capitalismo. Creo que la homofobia, por ejemplo, o la transfobia, no es un mero prejuicio social; más que nada es el resultado del entramado de la violencia patriarcal y capitalista y colonial sobre los cuerpos. Entonces cómo ver siempre el conjunto de la manera del funcionamiento del patriarcado es muy importante. Entonces volvemos al lugar de lo comunitario, porque en muchos lugares de América del Sur y de Europa hay una mirada liberal de la lucha por la identidad, de la liberación sexual, pero hay que verlo desde lo comunitario; este es un punto de vista fundamental. Cuando hablamos de las opresiones del Movimiento de Mujeres de Kurdistán, siempre la primera cosa que planteamos es cómo trabajamos con la cuestión de la familia, cómo democratizamos las relaciones en la familia, entendiendo que es una institución heteronormal y normalizadora, cómo trabajamos dentro de estos vínculos democratizando la forma de relación dentro de la familia. Esa es una pregunta, y un desafío también para los movimientos por los derechos de las mujeres, pero también para solucionar la raíz de los problemas”, manifestó Alessia sobre la mirada que el Movimiento de Mujeres Kurdas atraviesa en este proceso de revolución, que en Rojava lleva ocho años. Y agregó: “En Rojava, vamos a ver que no es una revolución encabezada por las mujeres, es una revolución hecha por las mujeres, y lo que en verdad sorprende es la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Por ejemplo, no hay una sola mujer que esté fuera de la política”.
Los estados nación tienen su origen en el sexismo
Alessia definió los nuevos desafíos en la lucha de liberación de las mujeres del mundo: “Los estados nación tienen su origen en el sexismo, tienen su origen en el patriarcado, y las mujeres organizadas en la organización confederal del Kurdistán dan respuesta a esto en Siria, Irak, Irán, Turquía, y en la diáspora también. Y eso tiene que ver con una capacidad de organizarse de los pueblos diaspóricos, como hablábamos antes con la compañera de Armenia. Esto tiene que ver con la capacidad de re-invención y rescate de las formas comunitarias tradicionales de organización, pero también dando nuevos sentidos revolucionarios y sociales. Cuando nos ponemos en procesos simultáneos, no necesariamente sincronizados pero sí simultáneos en diferentes partes del mundo, pero que tienen una conexión muy profunda entre local y global, entonces ahora como movimiento confederal de mujeres de Kurdistán estamos planteando alcanzar un nivel organizativo global de mujeres, de levantamiento en cada parte del mundo, a través de un confederalismo democrático mundial de las mujeres. En ese sentido, todas las confederaciones, a partir de sus diversidades, pueden participar no solo por una particularidad dada o ligada a una nacionalidad, sino ir más allá de estas fronteras”.
Un proceso basado en los principio de libertad
Luego de la proyección del documental “Escúchame. Historias más allá del odio”, presentado el jueves en el Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba, Alessia Dro dijo que “el pueblo armenio y el pueblo kurdo se han visto golpeados por las políticas genocidas neootomanas de Turquía, por eso nos hizo muy feliz que en la Federación del Norte y Este de Siria, se conformó el 24 de abril último, día en que se conmemora el genocidio armenio, una brigada de autodefensa en la Federación. Hemos visto como kurdos, caldeos, armenios, sirianos, yazidíes, están pudiendo convivir y desarrollar juntos cada aspecto de la vida, de la sociedad y de la existencia misma, basada en los principios de libertad, sobre todo en base a la abolición del patriarcado”.
FUENTE: Lucrecia Fernández / ANF