La ciudad milenaria de Hasankeyf, en el sureste de Turquía, ha comenzado a desaparecer de la faz de la tierra, según informa La Stampa. Situado en el valle del Tigris, donde se encuentra este enclave arqueológico que alberga restos romanos, bizantinos, preotomanos y otomanos, junto a casi dos centenares de aldeas, el enclave se sumergirá por la inundación proveniente del agua de la presa de Ilisu, lo que ha conllevado también el abandono de sus hogares de 6.000 personas, casi todos kurdos.
Los 12.000 años de historia de Hasankeyf comienzan a desaparecer. Hay que decir que se han trasladado monumentos para salvarse de la llegada de las aguas. Por ejemplo, la tumba de Zeynel Bey, construida en el siglo XV, representa el único resto arqueológico de la tribu Ak Koyunlu, quienes desarrollaron un arte muy influido por la tradición persa. Los Ak Koyunlu mantuvieron una importante presencia en lo que hoy es el sudeste de Turquía, pero finalmente fueron derrotados por los otomanos.
A pesar de la resistencia de diversas plataformas, así como de haber sido reconocido como uno de “los siete los Patrimonios Históricos más Amenazados de Europa”, el gobierno turco continuó con sus planes de construir la presa junto a Hasankeyf. La gran mayoría de vecinos ya se ha resignado a tener que ver cómo se inundan las casas y las cuevas donde vivieron sus antepasados. Y a dos kilómetros de la actual Hasankeyf las autoridades levantaron una nueva ciudad a la que se tendrán que trasladar los residentes del milenario lugar.
Durante más de medio siglo, la idea fue abandonada y retomada varias veces hasta que finalmente se empezó a construir la presa. En 2009, una campaña internacional abanderada por numerosas personalidades turcas (entre ellas el popular cantante Tarkan) logró que diversas agencias de crédito europeas retirasen la inversión, paralizando el proyecto. Pero en 2011, el gobierno turco volvió a la carga con nuevos inversores, dando inicio a las obras y construyendo, al otro lado del río, los edificios que alojarán a los habitantes del pueblo cuando estos sean desplazados por la presa.
Según informa Russia Today, se espera que la represa, que forma parte del Proyecto de Anatolia del Sudeste (GAP), genere alrededor de 1.200 megavatios de electricidad. Se estima que el nivel del agua empezará a afectar a Hasankeyf y a sus pueblos colindantes a partir de octubre. Según cuenta la agencia de noticias ANF, la Iniciativa Hasankeyf lanzó un comunicado llamado “No es demasiado tarde para salvar Hasaknkeyf y el río Tigris”, en donde sostenían que este yacimiento y el valle del Tigris que lo rodea “son tan importantes históricamente como Efeso, Troya y Capadocia, y cumplen 9 de los 10 criterios de la UNESCO para que el sitio sea considerado Patrimonio Mundial”.
FUENTE: ABC / Edición: Kurdistán América Latina