El voto de la izquierda prokurda será decisivo para determinar este domingo si el AKP, del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, mantiene el control de Estambul, o si la oposición socialdemócrata logra acabar con 25 años de gobiernos islamistas en la capital cultural, económica y social del país.
Los 1,2 millones de votantes que el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) tiene en la metrópolis se enfrentan a una doble lucha de lealtades: seguir las directrices del partido y apoyar al candidato opositor, o hacer caso al histórico dirigente guerrillero Abdullah Öcalan, que ha pedido la abstención.
Öcalan, fundador de la guerrilla PKK y líder durante décadas de la lucha de los kurdos por la independencia, primero, y por más derechos después, pidió anoche en una carta emitida desde la cárcel que el HDP “no apoye a nadie en los debates electorales actuales”.
Aunque el HDP ya no puede considerarse un partido kurdo, ya que cuenta con muchos votantes progresistas que no pertenecen a esa minoría, gran parte de sus apoyos provienen aun de ese grupo étnico.
Así, mientras que el partido kurdo BDP logró 430.000 votos en Estambul en 2014, el HDP, surgido de la unión de fuerzas de izquierda y kurdas, obtuvo cuatro años más tarde el triple de apoyos.
El HDP ya apoyó públicamente en las elecciones locales del 31 marzo al socialdemócrata Ekrem Imamoglu, que fue elegido alcalde al vencer por solo 14.000 votos al candidato oficialista, Binali Yildirim.
El AKP de Erdogan impugnó el resultado y forzó esta repetición electoral, ante la que el HDP ha mantenido su respaldo al socialdemócrata.
“El HDP no cambiará su postura. Ya hemos declarado que mantenemos la misma que tuvimos en marzo: estamos a favor de la democracia y en contra del AKP, y el domingo votaremos igual”, afirma a Efe por teléfono Saruhan Oluç, un portavoz del partido.
El propio Erdogan ha interpretado la carta de Öcalan como “una lucha de poder” entre el exguerrillero y la cúpula del HDP, y ha pedido a los “hermanos kurdos” que “no se metan en estos juegos” y sean críticos con el partido.
Con los sondeos dando un resultado del 45 % de los votos para el AKP y un 56 % para el socialdemócrata CHP, la abstención de parte del electorado “kurdo” beneficiaría claramente al partido de Erdogan.
“El AKP y el gobierno están desesperados y buscan utilizar la influencia de Öcalan”, asegura a Efe en conversación telefónica el analista político kurdo Faik Bulut quien, no obstante, duda de que esa estrategia vaya a funcionar.
“Los kurdos, en general, ya han decidido votar a Imamoglu o no votar al AKP, y no cambiarán de idea 48 horas antes de las elecciones. Más bien pensarán que Öcalan escribió la carta bajo presión”, agregó Bulut.
Un comunicado de los abogados de Öcalan, difundido este viernes, ha mostrado su extrañeza sobre el contenido de la carta, pero ha confirmado su autenticidad y que el líder guerrillero apoya una “vía propia” del HDP, sin adherirse a ninguno de los dos bandos.
Es difícil estimar el efecto de la carta, porque si bien el electorado del HDP a nivel nacional se compone en gran parte de turcos kurdos que mantienen cierta admiración por Öcalan como iniciador de su lucha política, esta composición es distinta en Estambul, donde muchos votantes son simplemente izquierdistas, sin ningún vínculo con el PKK.
FUENTE: Dogan Tilic / EFE / Edición: Kurdistán América Latina