La Asamblea de la Unión de Mujeres Libres (YJA) en la ciudad de Ereván, en Armenia, rechazó el aislamiento al líder kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en la isla-prisión de Imrali, en Turquía.
Tamar Kalashian, presidenta de la YJA, leyó un comunicado en el que se sostiene que las “mujeres armenias nunca aceptarán el aislamiento impuesto al Líder Apo”. En el texto también se refirieron a la reciente visita a Öcalan de dos de sus abogados, después de que se le negara este derecho durante casi ocho años “Acogemos con satisfacción la visita de los abogados al Líder, pero somos conscientes de que esta visita no significa el fin del aislamiento. El Estado fascista turco quiere continuar con la conspiración”, remarcaron desde la YJA.
Por último, las mujeres de la YJA denunciaron los ataques del gobierno turco contra las madres kurdas. “Como mujeres kurdas condenamos la violencia del gobierno turco contra las madres kurdas, y estamos dispuestas a hacer lo que sea necesario”, aseveraron.
Un aislamiento inhumano
Quien se refirió a la situación de Öcalan fue Rewşan Merdin, integrante de la Comunidad de Mujeres de Kurdistán (KJK). En una entrevista en el programa Rojeva Jin, en Stêrk TV, Rewşan explicó que el aislamiento al fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) es un hecho “inhumano” que “debe ser levantado”. “Solo cuando el aislamiento se detenga, las huelgas de hambre terminarán”, dijo.
La representante de la KJK indicó que en el mensaje enviado desde la prisión, Öcalan “dice que continuará su misión de paz. ¿Cómo responderá el Estado a este mensaje? Todos los pueblos deben ver los trucos de Erdogan”.
“Si nos mantenemos unidos y resistimos juntos contra este cruel dictador, aceleraremos su fin. Esto no es solo un problema para los kurdos, es un problema para toda la población en Turquía. La resistencia contra la mentalidad Erdogan debe ser fortalecida”, apuntó Merdin.
La integrante de la KJK habló sobre las madres de los miles de huelguistas de hambre en todo Kurdistán y Europa –que demandan el fin del aislamiento de Öcalan-, y de los ataques que recibieron de las fuerzas estatales turcas.
“El dictador (por Erdogan) sabe que su final está cerca, incluso le teme a los pañuelos blancos de las madres –advirtió-. La policía turca las ataca sin ninguna moralidad. Los policías que atacan a nuestras madres deben saber que nosotras, como movimiento de mujeres, los llamaremos a rendir cuentas. Los policías que levantan sus manos contra sus madres en la calle no podrán dormir pacíficamente en sus apartamentos incluso”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina