Hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Por tercer año consecutivo, Turquía es el mayor encarcelador en el mundo de periodistas y trabajadores de medios de comunicación.
Una de las personas injustamente condenadas y encarceladas es la periodista y artista Zehra Doğan, quien cumplió una condena de dos años y 10 meses de prisión en Turquía por “hacer propaganda para una organización terrorista” por sus escritos y obras artísticas mientras trabajaba para la agencia de noticias de mujeres kurdas JINHA.
Zehra Doğan compartió sus perspectivas sobre ser periodista y el futuro de la libertad de los medios de comunicación en Turquía en un evento organizado por el PEN Internacional en Londres.
El Premio Internacional a la Libertad de Expresión fue recientemente concedido a la joven periodista. Un honor que se otorga a quienes luchan contra la censura en los ámbitos del arte, el activismo digital y el periodismo.
Doğan recibió el premio en una ceremonia en Londres y lo dedicó a la copresidenta del DTK y diputada del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Leyla Güven, y a todos los presos y las presas en huelga de hambre.
En su discurso en kurdo, Doğan pidió a la gente que apoyara la huelga de hambre contra el aislamiento. “En mi país -dijo- la diputada Leyla Güven y miles de presos están en huelga de hambre y han llegado a una fase crítica”.
Liberada de la cárcel el 24 de febrero de 2019, Zehra Doğan es una pintora y periodista kurda a la que, durante su encarcelamiento, se le negó el acceso a materiales que le permitieran continuar con su trabajo.
Por eso, mientras estivo encarcelada pintó con tintas hechas de frutas y hierbas trituradas, incluso con sangre, y usó periódicos y cartones de leche como lienzos.
Cuando se dio cuenta de que sus informes sobre la región kurda de Turquía estaban siendo ignorados por los principales medios de comunicación, Doğan comenzó a pintar la destrucción de la ciudad de Nusaybin y a compartirla en las redes sociales. Este fue el motivo por el que terminó arrestada y encarcelada.
Durante su encarcelamiento se negó a ser silenciada y continuó produciendo periodismo y arte. Recolectó y escribió historias sobre mujeres presas políticas, informó sobre los abusos a derechos humanos en la cárcel y pintó a pesar de que la administración penitenciaria se negó a suministrarle materiales.
En la actualidad, el Estado turco mantiene encerrados a decenas de periodistas, los cuales fueron acusados de supuesto “terrorismo” o realizaron diversas investigaciones sobre corrupción dentro del gobierno nacional.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina