El domingo pasado, miles de personas desplazadas del cantón kurdo de Afrin, en el norte de Siria, marcharon a una base rusa ubicada en las cercanías de Shehba, zona donde se instaló un campo de refugiado, y demandaron a Rusia que rompiera el silencio e interviniera frente a la ocupación militar turca de la región.
La cooperación entre Rusia y Turquía desempeñó un papel crucial en la ocupación de Afrin, la expulsión de más de cien mil personas y el establecimiento de un régimen de ocupación turco-yihadista en la región. Sin el consentimiento de Rusia y la apertura del espacio aéreo para los aviones de combate turcos, la ocupación de la región no habría sido posible. Incluso después del establecimiento de un reinado del terror por parte de yihadistas, colaboradores y soldados turcos, Rusia no ha roto su silencio sobre la ocupación.
Por lo tanto, muchos refugiados de Afrin y familias de mártires marcharon a la base rusa en el cantón autónomo de Shehba, cerca de la aldea de Wahshiya, y presentaron una resolución exigiendo que el gobierno de Moscú tomara medidas con respecto a la ocupación de Afrin. Como no recibieron una respuesta, miles de personas marcharon el domingo al Centro de Comunicación de Rusia en Afrin-Sherawa.
La movilización no fue disuadida por las fuertes lluvias y los manifestantes gritaron “Afrin para la gente de Afrin”, “Erdogan asesino”, “No al silencio internacional” y “¡Fuera invasores!”. A su vez, llevaban pancartas con inscripciones como “No al silencio de la ocupación del norte de Siria por Turquía” y fotos de los mártires.
Una delegación de cinco miembros de Familiares de Mártires se reunió con los líderes rusos del centro. La reunión a puerta cerrada duró más de una hora. Posteriormente, Şezye Ibrahim, madre de dos mártires y miembro de la Comisión de Justicia Social, realizó una declaración.
La mujer criticó que los funcionarios rusos no habían respondido a sus demandas y simplemente se comprometieron a enviar las demandas a sus superiores. Según Şezye Ibrahim, la delegación declaró en la reunión que, a menos que Rusia respondiera, apelarían a las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) y a la coalición internacional para la liberación de Afrin. Destacó que sus acciones contra la división de Siria y la ocupación de Afrin continuarán.
Por su parte, Merwa Dirêi, co-presidenta del Consejo Popular de Kobanê, consideró que las políticas del Estado turco en las zonas ocupadas del norte de Siria son inhumanas. Dijo que el gobierno de Ankara está implementando actualmente su política neo-otomana en Afrin.
Sin embargo, Dirêi explicó que la gente del norte de Siria que no se siente intimidada por esta política hostil. “Esto no socavará la voluntad de la gente de aquí. Por el contrario, vemos cómo la gente está aún más involucrada en el proyecto de la nación democrática y de esta manera fortalecer el principio de convivencia fraterna de los pueblos”, expresó.
Dirêi está convencida de que este vínculo de convivencia entre los pueblos es una espina para Turquía. Señaló que Ankara tiene la intención de incitar a los pueblos de la región unos contra otros para hacer que sus propios planes sean más fáciles de implementar. “Por esta razón, Turquía también apoyó a ISIS. Pero a pesar de este apoyo, ISIS ha sido derrotado militarmente por la lucha común de los pueblos”, aseveró.
En este contexto, Dirêi también abogó por la implementación de un tribunal internacional contra los combatientes detenidos de ISIS en el norte de Siria. Dirêi apeló a la comunidad internacional para que cumpla con su responsabilidad en la implementación de dicho tribunal.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina