El 15 de febrero pasado, el Movimiento Libre de Mujeres (Tevgera Jinên Azad – TJA) emitió un informe que a continuación reproducimos:
Durante los 17 años de gobierno del AKP (en Turquía), la tradición centralista, fascista y antidemocrática de la política estatal se ha agravado, usurpando muchos avances democráticos, en particular los de las mujeres. Al construir paso a paso un régimen personalista, el gobierno del AKP empezó a controlar la sociedad vía una política de Estado de emergencia basada en la represión y la violencia, optó por el conflicto y la guerra en los escenarios doméstico e internacional y buscó legitimar estas políticas junto con su socio fascista, el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP). En el territorio de Kurdistán, en especial, la política de guerra y asimilación se promulga bajo el lema “una nación, una bandera, una religión, un idioma”. Las personas son detenidas por medio de operaciones políticas y militares sistemáticas y tratan de aislarlas.
El discurso sexista y racista a menudo adoptado por los representantes del AKP sirve para normalizar la represión y la violencia que se dirigen hacia las mujeres en primer lugar. La violencia física, psicológica, social, política y económica contra las mujeres se fomenta a través de la impunidad en el sistema legal. Hoy, en violación de todas las leyes nacionales y acuerdos internacionales relacionados con los derechos de las mujeres, se proponen leyes para permitir el matrimonio infantil, restringir el derecho al aborto de manera que prácticamente sea eliminado, e impedir el divorcio mediante un programa de mediación obligatoria. Militantes de los derechos de las mujeres, político/as, periodistas y académico/as son arrestados y expuestos a la violencia, el aislamiento y el maltrato en las cárceles. Más de 10 parlamentario/as del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), incluidas las copresidentas de este partido político, también han sido encarcelados. La política sexista del gobierno de AKP crea efectos más graves aún para las mujeres y niños refugiados, cuyos derechos democráticos se vuelven aún más inaccesibles. A pesar del debate público en curso sobre los casos generalizados de acoso sexual, violación y prostitución forzada de mujeres en los campos de refugiados, no se pueden tomar medidas ya que estos campos están totalmente cerrados a la entrada e inspección por parte de las organizaciones de la sociedad civil. En los informes oficiales del Estado, la hegemonía y la violencia masculinas se justifican al explicar la poligamia y el matrimonio temprano con la tradición o la cultura.
Durante los 17 años de gobierno de AKP, la violencia contra las mujeres ha aumentado en un 1.500 por ciento, y el abuso sexual y la violación infantil, en la última década, en un 700 por ciento. El abuso sexual ha aumentado en un 499 por ciento, la agresión sexual en un 434 por ciento y la prostitución en un 790 por ciento. La mentalidad patriarcal se ha cobrado las vidas de 440 mujeres solo en el último año. El régimen comprometido con el fortalecimiento de la dominación masculina ha atacado a toda la prensa/medios y periodistas independientes e instrumentalizó eficazmente aquellos medios leales constituidos en torno a su propia ideología, para naturalizar, difundir y reproducir el sexismo y la violencia contra las mujeres en la sociedad.
El gobierno intenta empobrecer a las mujeres revocando sus derechos a una pensión alimenticia y recortando los programas de ayuda social para las mujeres, argumentando que “los hombres no pueden convencer a las mujeres para que se casen”. Encima de todo, la crisis económica provocada por la política de guerra del gobierno del AKP afecta más a las mujeres. Avanzan en paralelo las políticas de despido y desocupación con otras que buscan recluir a las mujeres nuevamente en sus casas. Miles de mujeres han sido expulsadas de sus trabajos y excluidas del sector económico por órdenes ejecutivas arbitrarias. La cifra oficial de desempleo de mujeres en 2018 superó a la de los hombres, alcanzando 1.805.000. Estos son algunos de los métodos de violencia económica ejercidos por el Estado.
El fascismo del AKP, que ha demostrado no ser tolerante con la política liberadora ejercida por las mujeres, arrestó a la co-presidenta y co-alcadesas del Partido de las Regiones Democráticas (BDP) en Kurdistán, a fin de penalizar el sistema de copresidentes de igualdad de género, y nombró interventores, en violación del derecho del pueblo a elegir a sus propios administradores. En estas municipalidades con interventores designados, el gobierno cierra sistemáticamente las unidades que se ocupan de los problemas de las mujeres, los centros de apoyo y los refugios para mujeres, reemplazándolos con oficinas matrimoniales, unidades religiosas y talleres de manualidades.
Hoy, a pesar de todos los ataques del gobierno fascista del AKP-MHP, las mujeres de Kurdistán continuamos nuestra lucha por la democracia y la libertad, sin tregua. Lanzamos nuevas iniciativas, plataformas, asociaciones e instituciones de mujeres, ampliamos nuestra base organizativa, promovemos el trabajo preventivo y de protección contra todo tipo de violencia e intentamos detener las nuevas regulaciones legales que avanzan en contra de los derechos de las mujeres. En este sentido, nos unimos contra el fascismo con las mujeres de Turquía bajo la organización paraguas “Mujeres Fuertes Juntas” y organizamos mítines y acciones el 8 de marzo y el 25 de noviembre, resistiendo frente a todas las barreras que se nos presentan. Contra el femicidio, el abuso de menores, todo tipo de violencia sexual y de políticas de guerra, somos nuevamente nosotras, las mujeres, quienes levantamos una voz.
Leyla Güven, presa política, diputada por el Partido Demócrata de los Pueblos (HDP) y pionera en la lucha de las mujeres kurdas, en el centésimo día de su huelga de hambre, demuestra que se puede seguir el camino de la resistencia incluso en las condiciones más difíciles. Leyla Güven inició esta huelga de hambre para exigir el fin de la política de aislamiento absoluto impuesta al líder político del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, quien ha estado recluido en la prisión de la isla de Imrali durante 20 años, y para que sus abogados y familiares puedan visitarlo regularmente. La negación de este derecho humano básico no solo viola el derecho internacional y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, sino también las leyes y la constitución de Turquía. La insistencia en esta política arrastra a los pueblos de Kurdistán y Turquía a la oscuridad, ya que el primer paso para reiniciar el proceso de paz y lograr una paz duradera es justamente poner fin al aislamiento. Es así porque Öcalan ha sido una voz consistente y convincente por la paz y ha presentado una hoja de ruta detallada para lograr la resolución pacífica de la cuestión kurda y la resolución democrática del conflicto en el Medio Oriente. Esta huelga de hambre, iniciada por Leyla Güven, con la participación ahora de más de 330 mujeres en resistencia y presos y presas políticas que ponen en riesgo sus vidas, ha crecido desde un grito solitario de resistencia a una alerta poderosa que se siente ya en todas partes del Kurdistán y de la comunidad internacional.
Sugerencias para una declaración:
-Esta resistencia liderada por mujeres kurdas contra la política de aislamiento se libra para todos los derechos humanos democráticos y fundamentales. En este sentido, pedimos a todas las mujeres que hagan una declaración común contra el aislamiento de Öcalan el 8 de marzo.
-Nosotras, las mujeres de Medio Oriente, que hemos aprendido a través de la experiencia cómo las políticas de guerra ponen en la mira primero a las mujeres y sus luchas, como en Siria, Kurdistán, Yemen y Palestina, proponemos declarar una vez más que nos organizamos y nos levantamos juntas frente a los poderes fascista, militarista y neoliberal y los administradores coloniales sexistas de nuestros países.
-La huelga de mujeres y las marchas por los derechos de las mujeres pueden realizarse como una acción común en todos los países el 8 de marzo.
-Nuestra propuesta para el eslogan es el eslogan de la Marcha Mundial de las Mujeres: “Resistir por la libertad, Marchar por el cambio: las mujeres estamos en huelga contra el aislamiento”.
FUENTE: Rojava Azadi Madrid