“Lo hacemos para vivir, no para morir.” Con esas palabras y un abrazo interminable, la diputada Leyla Güven recibió ayer (por el 1 de marzo) a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo –Línea Fundadora-, al cumplirse 114 días de la huelga de hambre que inició en noviembre y que ahora mantiene junto a más de mil presas y presos políticos en Turquía.
“Cuando entraste al cuarto me llené de vitalidad -continúo la luchadora kurda-, compartimos el mismo dolor pero también la misma esperanza. Con esta acción solo pedimos al gobierno turco que cumpla con sus propias leyes, que respete las normas mínimas de derechos humanos y que ponga fin al aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan”.
Detenido desde 1999 en la isla-prisión de Imrali, Öcalan está privado desde 2011 de contacto con sus abogados y, desde 2015, de visitas regulares de sus familiares y comunicación al exterior de la prisión. El propio gobierno turco ha reconocido el liderazgo que sigue ejerciendo, aún en estas condiciones, al entablar conversaciones de paz con él en por lo menos dos oportunidades.
“El aislamiento de Öcalan es el aislamiento de todo el pueblo kurdo,” explicó la diputada. “Y ahora el gobierno busca extenderlo a todas las prisiones y al pueblo de Turquía en su conjunto. Es necesario que los gobiernos, las instituciones responsables, los pueblos del mundo, reaccionen antes que sea tarde, para que cumpla con los derechos de Öcalan y para que pueda haber paz”.
El mismo mensaje de Leyla Güven, por la vida y el respeto a los pueblos, encabezó el foro de mujeres que sesionó el 2 de marzo en la ciudad de Amed (Diyarbarkir, en turco). Nora y Beverly Keene, de Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina, participaron junto a una veintena de organizaciones de mujeres kurdas, incluyendo las Madres por la Paz, parlamentarias, intelectuales, artistas, trabajadoras de varias disciplinas. Organizado por el Movimiento Libre de Mujeres (TJA), el “Foro en defensa de la Vida y de apoyo a Leyla” debatió acciones de urgencia y alternativas para lograr el fin del aislamiento impuesto a Öcalan y permitir que Leyla y demás huelguistas levanten sus huelgas de hambre, evitando aún mayor dolor a este pueblo. Piden a las mujeres del mundo que este próximo 8 de marzo, entre otras demandas, levanten sus voces para ayudar a lograr ese fin.
Al dirigirse al Foro, Nora compartió la solidaridad de las Madres así como también la convicción de que con la lucha, y el liderazgo de las mujeres, venceremos. “¡Hasta la victoria siempre!”, entusiasmó, uniendo la perseverancia de las Madres con la lucha de las kurdas en un marco de homenaje también a Berta Cáceres, asesinada hace ya tres años en Honduras.
FUENTE: Diálogo 2000 / Edición: Kurdistán América Latina