El copresidente de la Sociedad Libre de Kurdistán del Este (KODAR), Fuad Berîtan, escribió un artículo para la agencia de noticias ANF sobre la situación actual en Irán y del Kurdistán Este (Rojhilat), así como sobre el régimen de aislamiento al que es sometido el líder kurdo Abdullah Öcalan.
A continuación reproducimos el artículo íntegro:
En un momento en que hay una guerra por todo Oriente Medio que adopta distintas formas, Irán se enfrenta a más peligros que otros países. Cada día en Irán, se incrementa el desempleo, la pobreza, las dificultades en la vida diaria de las personas y el aumento de las desigualdades. Las demandas acumuladas en amplias capas de la sociedad, incluyendo trabajadores, profesores, comerciantes, conductores e instituciones civiles, se están incrementando día a día, al tiempo que crece la presión contra los defensores de los derechos humanos, ecologistas, presos políticos, y se produce el inicio de una oleada de detenciones masivas por parte de las fuerzas de seguridad. Todos estos factores indican el inicio de una nueva fase de intimidación y supresión.
La intensificación de la disidencia, las protestas y las exigencias del pueblo de Irán y del Kurdistán Este serán una señal del inicio de una nueva etapa de la lucha en curso. Pero en estos momentos, la comunidad y el espectro de protestas de la situación actual necesitan, como agua de mayo, un frente democrático que sea capaz de dirigir las protestas y ganar derechos. Es imperativo que las fuerzas democráticas y los partidos formen un Frente Popular Democrático Unido e inicien un nuevo periodo de protestas en las calles, ya que es la única manera de iniciar un camino para la consecución de mayores cotas de justicia y libertad.
El presente sistema de Irán, con su naturaleza pasiva y securitaria, tanto interna como externa, y en línea con la política de los estados conservadores de la región, especialmente de Turquía, y el establecimiento de relaciones atípicas contra las naciones oprimidas, está sembrando el caos y, por tanto, ha abierto las puertas de la región a los poderes intervencionistas líderes del mundo. Turquía ha tratado de debilitar a Irán a través de las políticas explotadoras y pragmáticas, y tratando de arrastrar su sistema existente al campo de batalla. Con el conocimiento irrefutable de los peligros que entraña esta estrategia y pagando el precio de tratar de eliminar al Movimiento de Liberación de Kurdistán, el régimen iraní ha cometido un suicidio político, mientras continúa sus relaciones con el fascismo turco, que trata de debilitarlo con su política y medidas securitarias. El Movimiento de Liberación de Kurdistán está en su momento histórico más fuerte gracias a la unidad entre el pueblo y la guerrilla, y por tanto la conspiración en su contra puede considerarse como neutralizada de antemano. Esta lucha vibrante y robusta, alineada con la ola de rabia del movimiento popular de Irán y las protestas en las calles, implica que el rescate de los pueblos oprimidos es inevitable. Por tanto, la única garantía de la liberación de los pueblos de Irán, Kurdistán y Oriente Medio es unirse en un Frente Unido.
Estos días en las calles de Irán una nueva lucha está emergiendo, protagonizada por las mujeres, los jóvenes, los trabajadores, los profesores y los oprimidos. Luchas que son energéticas, están interconectadas y son indestructibles en el seno del pueblo de Irán. Una política que, si Irán no presta atención, el régimen no tendrá posibilidad de compensar en el futuro. Ya que la solución a la cuestión kurda y los otros pueblos de Irán es la única vía democrática que queda para salir del pozo oscuro que han creado ellos mismos. La República Islámica de Irán debería ser consciente del hecho que ningún sistema será liberado por medio de ejecuciones, encarcelamientos y amenazas a los activistas políticos, trabajadores y manifestantes.
El régimen iraní tiene ahora una elección entre la guerra o la transformación democrática, ya que ha construido un abismo durante 40 años entre su pueblo y el régimen. El pueblo ha elegido la democracia, y los poderes extranjeros quieren la guerra y el caos, por lo que no hay vuelta atrás. Algunos partidos y organizaciones de Irán y Kurdistán han dejado de lado una solución democrática y la opción de un verdadero proyecto de Frente Popular. En vez de ello, han elegido el camino de la guerra a expensas del movimiento popular en las calles en Irán y Kurdistán, y han hecho de la política de legítima defensa una víctima de la guerra de poder en curso. Todo esto implica servir al sistema reaccionario interno y al imperialismo extranjero. La perspectiva es ir en línea con la resistencia del pueblo, que no se pliega a la guerra interna ni a las políticas de Tercera Guerra Mundial. El fracaso para entender esto por parte del régimen y parte de la oposición significa la transformación de todas las oportunidades democráticas que da la lucha, en guerra y amenazas; en este momento de impasse, no hay otra salida que no sea salir a las calles para resistir las políticas existentes.
Recientemente, como Sociedad Democrática y Libre de Kurdistán (KODAR), hemos presentado una hoja de ruta práctica para la democratización de Irán, que convocaba a transformar Irán y a la liberación de los pueblos sobre la base de una perspectiva democrática. La base de nuestro proyecto era una solución basada en la libre organización de los pueblos. KODAR no está de acuerdo ni con el régimen y su sistema actual, ni con los poderes extranjeros. Por tanto, consideramos que el establecimiento de un Frente Popular Democrático Unido es la perspectiva más ética y llamamos, por tanto, a un sistema federal y basado en la Nación Democrática y la democracia local.
La incorporación de KODAR a la ola de resistencia de los pueblos de Irán y de la región, la presentación de una solución democrática, y el fortalecimiento de una fuerza militar de autodefensa es la única aproximación ética y política. En la historia de Irán, los levantamientos revolucionarios son siempre populares, y KODAR se centra sobre este hecho como la fuerza motriz. La medida del verdadero poder de cualquier movimiento es tener un proyecto democrático y ejercer el arte de la autodefensa. Todas las advertencias de KODAR sirven para informar al pueblo para alejarse de la conspiración global, y es la hora para que todo el mundo trabaje y defienda el derecho a la protesta.
Otro asunto importante es sobre el líder Apo (Abdullah Öcalan). El pueblo kurdo ha llegado a una etapa en la que no permitirá que el régimen de aislamiento continúe. El aislamiento impuesto contra Öcalan debe ser derogado y la prisión de Imrali cerrada. El inicio de la campaña política “Basta” está enmarcada en ese mismo contexto. Cada patriota individual, cualquier ser vivo liberado que busque la vida humana y piensa con libertad y que diga “estar a la altura del pensamiento de Apo y promoverlo”, debe recordar primero revisar su postura personal, social, cultural y política, y ser consciente de su manera de actuar si es necesario. Junto con esto, debemos debatir sobre esta cuestión en todas partes, poniendo la complicada situación del líder sobre la mesa y empujando a otros a hacerlo también. De esa manera, podemos pensar verdaderamente en el líder Apo; una actitud que sea solo emocional no granjeará los beneficios. La filosofía de Apo es la filosofía de las acciones. Si hemos aprendido solo unas palabras de libertad de nuestro pueblo y la humanidad, y actuamos sobre ello, es más útil que conocer miles de palabras y no hacer nada. Con esta filosofía, el apoísmo ha resucitado Kurdistán y ha traído la personalidad kurda a la humanidad y la libertad, y hoy, con la Revolución de Rojava, la raíz de la cual es la filosofía apoísta ha sido capaz de salvar la sociedad de la alienación promovida por sus enemigos. Si cada uno de nosotros realmente usa solo unas palabras que hemos aprendido de Apo pero se mantiene activo, entonces tendremos un papel importante que desempeñar en la forma en la que nuestros principios y nuestra libertad liberen nuestra tierra y los demás pueblos de la región hacia la humanidad. Por tanto, cada persona consciente debe ser persuadida de la situación de Abdullah Öcalan y los demás presos políticos que están en riesgo, y unirse a las protestas de la campaña “Basta”.
Por último, darse cuenta de que la alarma roja ha sonado en Irán, que Irán no puede seguir con sus políticas inhumanas como ha hecho en el pasado. Todo el mundo en Irán debería usar todas las capacidades disponibles para conseguir este objetivo. Si todos los componentes de la sociedad, incluyendo intelectuales y la comunidad académica, mujeres, jóvenes y sociedad civil no están en armonía con las reivindicaciones de los trabajadores, estudiantes y protestas callejeras, la perspectiva del éxito en estos levantamientos será baja y las protestas estarán condenadas.
Una vez más, felicitamos el trabajo realizado por las protestas laborales en Irán, especialmente, de los trabajadores de la caña de azúcar en Haft Tapeh, y pedimos el apoyo de todo el pueblo para los trabajadores, profesores, estudiantes y todos aquellos que, sin dudas ni miedo, luchan para conseguir sus derechos y alcanzar una sociedad democrática en Irán y Kurdistán. Invitamos a todo el mundo a redoblar esfuerzos para liberar al pueblo oprimido.
FUENTE: Fuad Berîtan / ANF / Edición: Kurdistán América Latina