La aldea de Jinwar -que abrió sus puertas con una ceremonia masiva el 25 de noviembre, en el Día Internacional contra la Violencia contra las Mujeres, formó su consejo de aldea.
Las instituciones de mujeres en la región de Cizire comenzaron a trabajar en 2016 en la construcción de una aldea para mujeres llamada Jinwar, en el distrito de Dirbêsiyê, en el cantón de Hesekê.
La aldea de Jinwar es el primer pueblo en Medio Oriente que se ha construido por y solo para mujeres. El pueblo consta de 30 casas, unaescuela llamada Madre Uveys, la Academia Jinwar, un centro médico, unapanadería y una tienda. Todas las casas fueron construidas de adobe, pararespetar el ecosistema de la región.
La fundación de una aldea de mujeres fue propuesta por el líder popular kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en la isla-prisiónde Imrali, en Turquía.
Al comenzar la Revolución de Rojava (Kurdistán sirio) encabezada por las mujeres, la idea de construir una aldea de este tipo se puso en práctica. Las organizaciones de mujeres e ingenieros tuvieron varias reuniones y al final decidieron comenzar los trabajos para el pueblo en 2016.
La aldea se inauguró el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia contra las Mujeres, y ocho familias ya se establecieron y comenzaron a vivir en comunidad. El pueblo está concebido para recibir a las víctimas del patriarcado, las familias de mártires y las mujeres que quieren vivir en el pueblo.
Después de que las mujeres se establecieron en la aldea de Jinwar, comenzaron a organizar sus esfuerzos y formaron su consejo de aldea.
La portavoz en el pueblo, Fatma Derwish, enfatizó “después de que se inauguró la aldea, las mujeres se asignaron entre ellas las tareas de cocina, agricultura, seguridad y otras más. Habrá reuniones semanales, y el consejo se reunirá una vez al mes para cambiar las áreas de trabajo. Mientras tanto, se llevarán a cabo sesiones de educación para que puedan conocerse a sí mismas y evaluar la situación de las mujeres”.
Derwish dijo que las puertas de la aldea también están abiertas para los pueblos vecinos. “Otras aldeanas pueden traer a sus hijos a la escuela, comprar pan en la panadería o participar en las sesiones educativas”, explicó.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina