Hoy se realizó la primera sesión de la 15ª Conferencia Kurda, que se desarrolla en el Parlamento Europeo, en la ciudad de Bruselas, organizada por la Comisión Cívica de la Unión Europea y Turquía (EUTCC)
La primera mesa redonda durante esta jornada fue “Turquía como estado falto del estado de derecho”, en la cual expusieron Akin Birdal, defensor de los derechos humanos; el copresidente del partido del HDP en Estambul, Gulseren Yoleri; el copresidente del DHI, Ozturk Turkdogan; el abogado de Abdullah Öcalan, Ibrahim Bilmez; la Asociación Europea de Abogados para la Democracia y Derechos Humanos Mundiales (ELDH); el Secretario General Thomas Schmidt y el Secretario General Permanente del Tribunal, Gianni Tognoni.
Akin Birdal señaló que “la cuestión kurda es un problema que se resolvería localmente, pero la insolubilidad lo ha convertido en un problema regional e internacional. Su propagación a través del tiempo está haciendo que sea más difícil su solución”.
Birdal alertó que “el mundo ha perdido el equilibrio” y agregó que Turquía se ha convertido en una prisión. El defensor de los derechos humanos reveló que en ese país hay un total de 264.000 detenidos y convictos en las cárceles.
En tanto, Gulseren Yoleri recordó que “siempre ha habido tortura en Turquía, pero en los últimos años ha alcanzado un nuevo nivel. Hemos escuchado relatos en los que parecía que habían desempolvado las herramientas clásicas de tortura de los años 80 y que ahora las están usando de nuevo”.
Yoleri dijo que todas las personas en Turquía están en riesgo de ser sometidos a torturas y advirtió sobre el aumento de los femicidios en el país. A su vez, aseveró que hay dos millones de niños que trabajan en Turquía, la mayoría de ellos ilegalmente. También apuntó que el 53% de estos menores no tienen acceso a la educación, mientras que Turquía se encuentra en el rango más alto de la pobreza infantil en Europa.
Yoleri afirmó que en Turquía existen graves problemas como los matrimonios infantiles, los niños en las cárceles y los refugiados. Además, enumeró de irregularidades que comete el gobierno turco, como los arrestos ilegales, la prohibición contra las manifestaciones de las Madres de los Sábados, la presión contra la prensa, la falta libertad de expresión, los periodistas arrestados y los largos períodos de detención.
El copresidente del DHI, Ozturk Turkdogan, manifestó por su parte que “resistir a la tiranía siempre es un derecho”. Al referirse a la situación en las cárceles, Turkdogan dijo que tienen una capacidad de 211.000 personas y actualmente hay 260.000 presos, lo que hace que los prisioneros tengan que esperar su turno para dormir en varios penales. Turkdogan también señaló el número de personas en libertad condicional, que corren un riesgo constante de volver a la cárcel, y dijo que hay un total de 800.000 de habitantes que tienen sus libertades restringidas. “Esto demuestra que hay una administración autoritaria”, expresó.
A su vez, Turkdogan mencionó la situación de Öcalan y dijo que el aislamiento del líder kurdo en la isla-prisión de Imrali se ha extendido por toda Turquía, pero la práctica contra Öcalan va más allá del aislamiento.
“Turquía no cumple con sus propias leyes. Los tribunales simplemente vigilan. El país ya no está bajo el estado de derecho, y esto lo entendemos por ausencia de Constitución. Si un país no cumple con sus propias leyes, se darán las prácticas arbitrarias. Los derechos humanos han sido instrumentalizados”, denunció.
Turkdogan también mencionó la huelga de hambre de la parlamentaria del HDP, Leyla Guven, para protestar por el aislamiento impuesto Öcalan. “Realmente no hay nada que decir cuando un miembro del parlamento realiza una huelga de hambre porque un país no cumple con sus propias leyes”, sintetizó.
El abogado de Öcalan, Ibrahim Bilmez, denunció por su parte que “la ilegalidad en Imrali comenzó con la conspiración del 1999”, año en que fue secuestrado Öcalan. Añadió que las condiciones de la captura del líder kurdo y el juicio al que se sometió no fueron justas ni legales. Bilmez dijo que todo ha empeorado en Imrali y añadió que a Öcalan no se le ha permitido reunirse con nadie durante años. También destacó el aislamiento absoluto que sufre el fundador del PKK y subrayó que sus abogados no tienen canales para la comunicación.
Por eso, Bilmez pidió a las instituciones europeas que sean más valientes. “Si hay que criticar a Turquía, debe ser una crítica oportuna. De lo contrario, después de que el AKP y su líder terminen de construir el sistema que quieren construir, no importa qué palabras se digan”, alertó.
A su vez, el Secretario General de la Asociación Europea de Abogados para la Democracia y los Derechos Humanos Mundiales, Thomas Schmidt, dijo que quieren enviar un mensaje fuerte a Turquía y a la Unión Europea. Al señalar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el PKK, Schmidt dijo: “¿Por qué la UE no toma en cuenta esta sentencia?”.
A su turno, el secretario general del Tribunal Popular Permanente, Gianni Tognoni, llamó dictador a Erdogan y recalcó que la autonomía para los kurdos debe ser reconocida. “Turquía se ha convertido en un problema geopolítico para Europa. Pero nadie está tomando cartas en el asunto sobre lo que esta sucediendo aquí”, expresó.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina