La experiencia revolucionaria del pueblo kurdo, que ha puesto en práctica particularmente en Rojava (norte de Siria) el llamado Confederalismo Democrático, junto con los gobiernos autonómicos de los mayas zapatistas del EZLN en Chiapas, constituyen procesos emancipatorios alternativos sumamente avanzados mundialmente. El Confederalismo Democrático se fundamenta en autonomías comunitarias de varios niveles, en democracias participativas de sectores, pueblos y grupos culturales de la sociedad, en la sustentabilidad ecológica y en la mujer como sujeto de transformación con capacidad de decisión en todos los ámbitos políticos, militares, sociales y económicos.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que alienta esta causa y proviene de un marxismo ortodoxo y una lucha de más de 40 años, abandona la idea de un Estado nacional, hace una crítica tanto al socialismo real como a todos los gobiernos existentes. El PKK sostiene que el Estado encierra la semilla del capitalismo y que libertad y Estado nunca pueden coexistir, ya que éste desarrolla el poder de una minoría sobre el resto de la población.
Al igual que en el proyecto multiétnico y de tolerancia religiosa del EZLN, en el Confederalismo Democrático del norte de Siria, los kurdos conviven con árabes, asirios, turcomanos, chechenos, circasianos, musulmanes, cristianos, yezedís y otras doctrinas y sectas, a partir de la coexistencia mutua y la fraternidad entre los pueblos. En el Contrato Social de la Federación Democrática del Norte de Siria se “garantiza la igualdad de todos los pueblos en materia de derechos y deberes, respeto a los estatutos de derechos humanos y preservación de la paz nacional e internacional”.
Este documento fundante instituye que la Federación Democrática se basa en la colectivización de la tierra, el agua y los recursos energéticos; adopta la economía social y la industria ecológicas; la riqueza y los recursos naturales son de propiedad pública; no permite la explotación, el monopolio, ni la cosificación de las mujeres; aporta una cobertura social y sanitaria a todos los individuos. Se reitera que las mujeres disfrutarán de su libre albedrío en la familia democrática, construida sobre la base de una vida común igualitaria y que los jóvenes son la fuerza motriz de la sociedad y su participación debe estar garantizada en todos los ámbitos. La opresión y asimilación cultural, el exterminio y la ocupación se consideran un crimen contra la humanidad y la resistencia a estas prácticas es legítima. En la Federación la educación es gratuita en todos los niveles, siendo la primaria y la secundaria obligatorias; mientras los derechos al trabajo, la salud y la vivienda están asegurados.
El sistema político-social de la Federación se basa en la formación de comunas, instituciones sociales, sindicatos y asambleas, siendo la comuna la forma organizativa fundamental de la democracia directa, la instancia de gestión y toma de decisiones, mientras las asambleas son las unidades sociales que representan al pueblo, en las que se debate y decide en el nivel de pueblos, barrios, ciudades, distritos, regiones y cantones.
En Turquía, el Confederalismo Democrático opera por medio del Partido Democrático de los Pueblos y el Partido de la Sociedad Democrática, los cuales participaron victoriosamente en las elecciones de más 100 ayuntamientos, hasta que el gobierno turco, con una ley de emergencia, los declaró terroristas y ocupó con sus delegados los aparatos gubernamentales. Este golpe de Estado produjo una gran represión que encarceló a más de 10 mil hombres y mujeres, que hoy son parte de los numerosos presos políticos de origen kurdo. Desde el año de 2016, la aviación y la artillería turcas bombardearon nueve ciudades kurdas, y su ejército ocupó a sangre y fuego la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, hasta la fecha, preparándose para una ofensiva contra otros dos cantones de Rojava.
En Irak, los kurdos mantienen una autonomía relativa, con autogobiernos y partidos que sustentan la idea de establecer un Estado nacional. Sin embargo, la influencia del Confederalismo Democrático en urbes iraquíes se deja sentir en el Partido de la Solución Democrática, mientras en regiones montañosas liberadas que cubren territorios de Irak, Turquía e Irán, se establece el Confederalismo Democrático, custodiado por agrupamientos guerrilleros de autodefensa.
En Irán, el pueblo se organiza mediante el Partido del Kurdistán Este Libre, el Partido de la Sociedad Democrática y el Partido Vida Libre, brutalmente reprimidos por el gobierno confesional de los ayatolas. Aquí operan igualmente fuerzas guerrilleras de autodefensa separadas de hombres y mujeres.
La revolución kurda busca por encima de todo la transformación interior de los individuos. Se trata de erradicar la ideología patriarcal, clasista y racista para lograr la liberación de la sociedad y el fin del capitalismo y el imperialismo.
FUENTE: Gilberto López Y Rivas / La Jornada