La diputada por el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Leyla Güven, lleva 15 días en huelga de hambre en protesta contra el régimen de aislamiento impuesto al líder kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en la isla-prisión de Imrali, en Turquía.
Güven, de 54 años, comenzó la huelga de hambre indefinida en la cárcel de Diyarbakir, donde se encuentra detenida desde el 31 de enero pasado luego de manifestar su repudio a la invasión militar turca a la región de Afrin, en el norte de Siria.
La diputada fue elegida al Parlamento por la región de Hakkari en los comicios del 24 de junio pasado, pese a estar encarcelada.
Güven afirmó que el aislamiento de Öcalan es “un crimen contra la humanidad” y que esa medida punitiva impuesta por el Estado turco “no es contra una persona, sino contra todo un pueblo”.
“Yo, como miembro de ese pueblo, acepto morir por ello”, afirmó la diputada.
Informes recientes sugieren que la huelga de hambre ya ha comenzado a afectar seriamente la salud de Güven. En solidaridad con la integrante del HDP, se celebraron huelgas de hambre de dos días en Amed, Hakkari, Van, Adana y Urfa. En Erbil, capital del Kurdistán iraquí, también se inició una huelga de hambre en apoyo a la diputada.
En declaraciones a la prensa realizadas días atrás y transmitidas por sus abogados, Güven denunció la represión que sufre el pueblo kurdo en Irak, Irán, Turquía y Siria. La diputada también recordó el mensaje enviado por Abdullah Öcalan para el Newroz (año nuevo kurdo) de 2013, en el que dijo que era posible conseguir una solución permanente sin trazar límites; que los turcos y los kurdos pueden convivir, y que los pueblos pueden resolver sus problemas con sus propias dinámicas sin necesidad de ningún poder externo.
Güven criticó “el silencio de las instituciones internacionales” frente a la “práctica inhumana” a la que es sometido Öcalan. “Cientos de miles de kurdos –manifestó la diputada- han estado protestando en numerosas capitales europeas durante años. Desde las sentadas hasta las huelgas se han organizado muchísimas protestas. Después de todo esto, las instituciones siguen sin mostrar sensibilidad suficiente. Por supuesto, no hay ninguna razón para ello. Esta no es una situación sostenible o aceptable”.
“Permanecer en silencio sobre el aislamiento significa aprobar y ser parte de este crimen. Todo el mundo tiene que cumplir con los derechos humanos y los deberes morales que recaen sobre ellos. Podemos brindar paz social a todas esas tierras con nuestro propio poder. La posibilidad de que Öcalan juegue su rol será determinante para nuestra lucha”, expresó la legisladora del HDP.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina