El régimen del AKP, que gobierno en Turquía bajo el mando del presidente Recep Tayyip Erdogan, aceleró este viernes las operaciones contra los opositores y, en particular, contra el pueblo kurdo, que representa a más de 20 millones de personas y es la principal minoría del país.
Las medidas represivas del gobierno turco aumentan a medida que se acercan las elecciones municipales.
En este caso, las operaciones de las fuerzas de seguridad se llevaron a cabo en las ciudades de Amed, Hakkari y Elazig (Kurdistán turco, sudeste del país), luego de que se emitieron 93 órdenes de arresto en el marco de una investigación realizada por la oficina del fiscal general de Diyarbakır (Amed).
Las operaciones, con unidades especiales y apoyo aéreo, se desarrollaron a cabo en los distritos de Amed, Yenisehir, Baglar, Kayapinar, Sur, Dicle, Ergani, Cermik, Cungus, Lice, Hani, Hazro y Kocakoy. Durante los operativos, 74 personas fueron detenidas, incluidos siete referentes barriales, mientras que otros 19 pobladores no fueron encontrados en sus domicilios.
Un total de 38 de las 74 personas fueron arrestadas, mientras que otras 36 fueron puestas en libertad condicional, pero tienen prohibido viajar.
Durante los allanamientos también fueron detenidos profesores y académicos de la Universidad Boğaziçi, de la Facultad de Derecho, de la Universidad Bilgi y de la asociación Anadolu Kültür (Cultura de Anatolia).
Prohíben el uso de mochilas
El Ministerio turco del Interior emitió una notificación en la que se prohíbe en la región kurda de Van la utilización de mochilas, por lo cual la policía comenzó a allanar locales comerciales y hasta confiscó zapatos.
Según la resolución emitida por el ministerio, las personas en posesión de alimentos y suministros vitales que pueden ser utilizados para una organización terrorista (en referencia al Partido de los Trabajadores de Kurdistán, PKK) serán interrogados en detalle sobre su residencia, hacia dónde van y sus conocidos.
Conocida esta noticia, Muazzez Orhan, diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en Van, alertó que esta medida es similar a las aplicadas en la década de 1990, cuando la represión contra el pueblo kurdo se había profundizado.
El parlamentario denunció que la medida lo único que busca es “controlar la vida cotidiana de la sociedad”. “Se está criminalizando a la sociedad –remarcó Orhan-. Con esto, el Estado quiere atrapar a nuestra gente en una caja y convertirlos en sujetos individuales, alentando las divisiones”.
“¿Ahora decidirá la gendarmería qué puede comer la gente? –se preguntó el diputado-. Esas prácticas son para presionar a la sociedad, pero no lograran resultados”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina