El miembro del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), Mustafa Karasu, analizó la evolución de la situación política en Kurdistán y Oriente Medio en un artículo publicado en Yeni Özgur Politika.
Karasu también se refirió al 20 aniversario de la conspiración del 9 de octubre que permitió el encarcelamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan (Apo).
En el artículo, Karasu recordó que con respecto a Öcalan “en la historia del mundo, es la primera vez que un líder popular es mantenido en una celda individual en una isla durante tantos años. Esto demuestra lo significativo de la realidad kurda en Oriente Medio. También muestra el tipo de política que se nos imponen a los kurdos y revela el grado de hostilidad hacia los kurdos.
“El nivel de la conspiración contra el líder del pueblo kurdo está relacionado con el carácter de la geografía de Oriente Medio y la formación de la nación turca. Si fracasamos a la hora de entender esto, no sería posible entender la conspiración ni ser conscientes de las prácticas impuestas a nuestro líder”, analizó el miembro del KCK.
Karasu detalló el secuestro de Öcalan ocurrió durante una época en la que la modernidad capitalista, liderada por Estados Unidos, vivía un momento delicado para el Estado turco en su confrontación contra el Movimiento de Liberación de Kurdistán y en un intento de establecer un nuevo status quo y en Oriente Medio.
“Los Estados Unidos estaban tratando de expandir su intervención en Irak tras la Primera Guerra del Golfo de 1991 y controlar a Irak completamente para establecer un nuevo sistema hegemónico en Oriente Medio. Sin embargo, el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) era visto como un obstáculo ya que trataba de encontrar una alternativa para Oriente Medio”, señaló. Por lo tanto, Karasu aseguró que “quisieron liquidar al PKK y de esa manera salvar al KDP y al YNK, que eran las marionetas para establecer el control sobre los kurdos”.
“Por todas estas razones el PKK tenía que ser neutralizado antes de entrar en la Segunda Guerra del Golfo. El líder Apo tenía que ser eliminado para poder neutralizar al PKK”, advirtió.
En su artículo, Karasu también analizó cómo se desarrolló la situación desde la década de 1990. “El Movimiento de Liberación, liderado por el PKK, se ha convertido en una alternativa a la modernidad capitalista no solo en Oriente Medio sino por todo el mundo. Tal y como sucedió a finales de 1990, el Estado turco ha llegado a un punto de colapso en todos los sentidos debido a su lucha contra nosotros”.
“Turquía no quiere asumir el rol que le ha otorgado la OTAN y las fuerzas internacionales. La lucha del PKK ha desempeñado un rol fundamental. Las fuerzas internacionales están asustadas por la fuerza del PKK en Oriente Medio y en el mundo. Los esfuerzos alemanes dedicados a la recuperación de Turquía han sido hechos para salvaguardar la modernidad capitalista. El último acercamiento de Estados Unidos hacia Turquía en relación a Idlib trata de intentar ofrecer a Turquía una salida y darles un papel importante en Siria y Oriente Medio”, explicó Karasu.
En este sentido, Turquía y Europa están usando la “intensificación del aislamiento del líder Apo como una forma de aislar a todo un pueblo y al movimiento de liberación”. Esta actitud hacia el líder Apo “es una actitud hacia todo el pueblo kurdo y al Movimiento de Liberación”, remarcó el miembro del KCK.
Karasu remarcó que “la responsabilidad recae sobre el Movimiento de Liberación y el pueblo kurdo, como siempre, de exigir con toda la fuerza posible la solución a la situación del líder Apo. El camino es dar un paso más en la lucha contra el fascismo del AKP-MHP en todas partes. Esta es una respuesta llena de significado que realizaremos ante la conspiración internacional hoy igual que ayer”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina