La confrontación entre Estados Unidos e Irán se está moviendo hacia una intervención estadounidense. La resistencia kurda y baluche actúan con precaución apostando por una solución que descanse en la dinámica interna del país y no en la intervención extranjera.
Las contradicciones entre Irán y Estados Unidos hunden sus raíces antes de la propia la fundación de la República Islámica. Pero en el momento de la fundación de la República Islámica estas contradicciones se agravaron. A pesar de que estas contradicciones han llevado al conflicto una y otra vez durante los últimos 40 años, en general han tenido lugar fuera de las fronteras de Irán. Este conflicto es evidente en Irak, Siria y Yemen. Sin embargo, un nuevo periodo acaba de comenzar en el que el conflicto y la confrontación en territorios alrededor de Irán puede acabar desarrollándose dentro de las fronteras iraníes a través de una intervención directa. Estados Unidos se han retirado unilateralmente del Acuerdo de Energía Atómica, acción con la que han iniciado esta escalada. Sin embargo, Washington está de nuevo usando una estrategia bien conocida: atraer y promover a las fuerzas de la oposición en el país como preparación de una intervención.
Mientras que Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear para preparar el camino a una intervención en Irán, países como Francia, Gran Bretaña y Alemania han manifestado una actitud en la que aparentan criticar esa retirada. Mientras que una posible intervención en Irán se hizo más posible con la salida del acuerdo nuclear, Francia y Alemania han hecho sus propios preparativos. Esto demuestra que su crítica a la retirada estadounidense sería un mero formalismo. Por tanto, poco después de la retirada estadounidense del acuerdo, tuvo lugar una reunión en París bajo el liderazgo de la Organización de Muyahidines del Pueblo. Al mismo tiempo, en Colonia (Alemania) hubo otra conferencia organizada por grupos de la oposición iraní. En Estados Unidos han tenido lugar conferencias similares. Esto indica de hecho que los tres estados están actuando conjuntamente en relación a una intervención en Irán.
La hoja de ruta del PJAK
Mientras que Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania mantienen reuniones y conferencias conjuntas con la oposición, y existe un rumor sobre la intervención, el partido más grande de la oposición en Kurdistán Este, el Partido por una Vida Libre en Kurdistán (Partiya Jiyana Azad a Kurdistanê, PJAK), publicó una declaración en la que proponen una democratización de Irán y una solución con la participación de todos los componentes de la sociedad en vez de una intervención desde el exterior. La declaración, hecha pública el 12 de julio, recibió muchos apoyos. El PJAK ha presentado esta propuesta porque cree en la política y organización democrática así como en su poderío militar. Por lo tanto, ha recibido apoyo de muchos sectores. El proyecto también ha sido apoyado por algunas facciones del PDK-I (Partiya Demokratîk a Kurdistana Îranê) y de algunas alas de Komala, así como del Partido Comunista Iraní. Sin embargo el PDK-I, que está más cercano a Turquía y de Komala, se ha opuesto con virulencia a esta propuesta, ya que estos partidos no tienen el poder para cambiar Irán, o para traer una solución desde dentro. No solo eso, son estructuras sin ninguna base social en la sociedad iraní. Por lo tanto, no confían tanto en las dinámicas internas del país y en una solución común con los sectores sociales. Están atados a una intervención extranjera y tratan de conseguir avanzar de esta manera.
Las declaraciones del hijo del Sha Reza Pahlavi
15 días después de la declaración del PJAK, Reza Pahlavi, hijo del Shah Reza Pahlavi, trató de hacer una declaración política con algunos comentarios. Pahlavi dijo que los problemas de Irán se resolverían federalizando el país y reconociendo todas las identidades, idiomas y autonomías de los pueblos de Irán. Subrayó que no querían volver a implantar el régimen del Shah. A pesar de que no mencionó el nombre, mucho de lo dicho era parecido al contenido del proyecto de solución del PJAK. Por lo tanto, fue acusado en algunos sectores de haber robado el proyecto de solución del PJAK.
Nuevos llamados a tomar las calles
La Organización de Muyahidines del Pueblo está preparando la intervención con otros grupos iraníes en varias reuniones y conferencias en París, Alemania y Estados Unidos, junto al grupo Secta Nacional y otros círculos conocidos como reformistas, que viven en Estados Unidos y Europa y están llamando al pueblo a tomar las calles para acelerar dicha intervención en Irán.
El pueblo de Irán comenzó a manifestarse en Isfahan y en otras ciudades. Sin embargo, estas acciones no llegaron al nivel esperado. El pueblo kurdo y baluche no prestaron atención a las llamadas de estos grupos. Por lo tanto, las manifestaciones no tuvieron lugar en las ciudades kurdas o baluches. Su comportamiento precavido se debe al proyecto del PJAK. Esta actitud demuestra que el PJAK y las organizaciones baluches tienen una fuerza organizativa y una base social y demuestra su actitud en cuanto al proceso de solución.
Los kurdos y baluches están siendo provocados
Los grupos conocidos como fuerzas de la oposición, que llaman a la población a tomar las calles, reaccionaron a la precaución de los kurdos y baluches y trataron de provocar a su población. Uno de estos grupos es la Organización de Muyahidines del Pueblo, apoyada por Francia. Sus bases están en Francia. En contra de su discurso izquierdista, se comportan de forma chovinista hacia los pueblos kurdos y baluche. Existen un gran número de documentos que demuestran que el grupo trabajó con Saddam Hussein durante la guerra entre Irán e Irak, y que participaron en el genocidio de Anfal contra la población del Kurdistán del Sur.
Los problemas se resuelven en base a las dinámicas internas y la democratización
Una intervención en la región nunca ha traído una solución positiva. El ejemplo más claro es Irak. La situación en la que Irak se encontró tras 1991 y después de la intervención de Estados Unidos en 2003, demuestra nítidamente que una intervención externa es un callejón sin salida, caos y una crisis más en vez de una solución. Siria sería otro ejemplo de ello. La región nunca ha aceptado la intervención externa. Las cruzadas son un buen ejemplo de esto. La historia ha demostrado que la región está más cerrada a las intervenciones desde fuera por su fe, cultura y carácter independiente. Por estas razones, una intervención en Irán no traería ninguna solución. Por ello el PJAK ha presentado su proyecto de desarrollar una solución basada en la dinámica interna. No sería un error decir que este proyecto sería beneficioso para todos los pueblos de Irán y la región. La debilidad de las protestas que han sido convocadas por grupo que dependen de la intervención extranjera en Irán lo demuestra.
FUENTE: Seyit Evran / ANF / Edición: Kurdistán América Latina