El poder judicial que depende del presidente Recep Tayyip Erodgan ha aumentado la presión contra la agencia de noticias Jin News al presentar una demanda contra su directora de información Safiye Alağaş. Como sucede de forma recurrente en Turquía, para la justicia los artículos periodísticos se contaron como evidencia de supuesta actividad criminal
La denuncia contra Alağaş y Jîn News fue presentada por la Autoridad de Tecnologías de la Información (Bilgi Teknolojileri Kurumu – BTK) en la fiscalía de la ciudad Diyarbakir, según lo difundido el sábado pasado.
Jîn News ya había sido prohibida en ocho ocasiones y cerrado su sitio web bajo el argumento de que el medio de comunicación realiza “propaganda terrorista”.
La denuncia presentada fue aceptada por el Alto Tribunal Criminal de Diyarbakir y la primera audiencia se llevará a cabo el 11 de diciembre. El fiscal de la causa solicitó cinco años de prisión para Alağaş.
Entre otras acusaciones se encuentran la utilización de fotos del líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, y de los miembros de las Unidades de Protección del Pueblo (YPJ), que grafican varios artículos periodísticos.
Algunos artículos publicados en la sección “Pluma de mujeres” también se consideraron evidencia de supuesta actividad delictiva.
El 12 de julio pasado se informó que las oficinas de Jîn News, ubicadas en Diyarbakir, fueron allanadas por la policía turca. Los uniformados llegaron de madrugada, rompieron la puerta del lugar y confiscaron todas las computadoras de la agencia. Los policías en ningún momento explicaron cuál era la razón del allanamiento.
En enero de este año se anunció la creación de la televisión femenina Jîn TV como complemento de Jîn News. Según lo comunicado en ese momento, la señal de televisión “aspirará a hacer que el trabajo de las mujeres sea visible en todas las áreas de la vida. A partir de la relación entre hombres y mujeres, se trabajará en la relación entre mujeres y niños y entre hombres y niños también, ya que afectan el núcleo de la vida social. Se cuestionará las piedras angulares de la sociedad desde la distribución en la familia hasta los criterios para las familias democráticas”.
La creación de medios de comunicación exclusivos de mujeres es una constante dentro de la sociedad kurda, aunque en el caso de Turquía siempre son clausurados.
En los últimos años, el Estado turco desplegó una política de censura que ya alcanzó a 180 medios de comunicación y 300 periodistas fueron encarcelados.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina