Unidades antidisturbios de la policía turca establecieron ayer numerosos controles alrededor de la céntrica plaza de Taksim y en la adyacente calle Istiklal, arteria comercial y de ocio, para impedir la anual marcha del orgullo gay, convocada para el domingo.
Los agentes, que iban acompañados de unidades de perros, no permitieron el paso de personas que llevasen pancartas, banderas de arcoiris o indumentaria similar.
Pese al control policial, aproximadamente dos centenares de personas consiguieron reunirse en la calle de Istiklal donde cantaron eslóganes como “Amor y libertad”, bailaron y aplaudieron. Los coordinadores leyeron finalmente una declaración de prensa en la que denunciaron “los delitos de odio y la violencia policial”.
“El gobierno cree que las personas LGBT son una amenaza”, aseguró en declaraciones a Efe una de las coordinadoras de la marcha, que se identificó como Gökçe.
“El gobierno no cree en la igualdad entre las personas. Ve a los gays, lesbianas y transexuales como personas enfermas. Hoy no han dejado acceder a las calles del centro a mucha gente por su aspecto. No nos dejan expresarnos”, señaló.
Pero no achacó la culpa solo al Gobierno, formado por partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002: “Lo que Turquía necesita es un cambio sociologico. Un cambio de mentalidad”.
Es la cuarta vez consecutiva que el Gobierno prohíbe la marcha del Orgullo Gay que se realiza en Estambul desde 2003 y que hasta 2014 registraba cada año una mayor afluencia, hasta alcanzar decenas de miles de personas en una ambiente siempre festivo y pacífico.
Pero en 2015, la oficina del gobernador prohibió el evento, y el veto se ha repetido desde entonces cada año, a veces con la excusa de que coincidía con el ramadán o de que “perjudica el turismo”. “Hace dos años, cuando había muchos atentados, aún tenían excusa, pero ahora no entiendo por qué prohíben la marcha. Es una cuestión de moral, no de seguridad”, opinó en conversación con Efe el estudiante Emre.
“Creo que cada vez tenemos menos libertad de expresión, pero no desistimos. ¿Que quieren prohibir la manifestación? Que la prohíban. Tenemos un programa de la semana del orgullo muy extenso, la manifestación es solo uno de los eventos… Podemos hacer política a través de ellos, no solo en la mani”, agregó.
Basar, otro de los asistentes a la manifestación, pasó el control policial gracias a vestir ropa normal, pero luego se quitó la camiseta para mostrar una especie de corsé y levantó una pancarta. “He asistido a algunos eventos de la semana del orgullo. Había alguna tensión en el ambiente pero aquí estamos. No nos ha impedido pasarlo bien y reivindicar nuestros derechos”, dijo Basar.
En Turquía la homosexualidad es legal desde 1858 y en Estambul y Ankara hay una vibrante comunidad gay con locales de ocio y festivales de cine, pero en los sectores más conservadores de la sociedad, representados por el actual Gobierno islamista, la condición homosexual se considera una aberración.
FUENTE: EFE / Edición: Kurdistán América Latina