La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) denunció que los miembros del llamado Ejército Libre Sirio (ELS) se apropiaron o destruyeron los bienes de la población kurda en el cantón de Afrin, al noroeste de Siria.
Esta información figura en el informe que elaboró HRW después de entrevistar a refugiados kurdos de Afrin, que además entregaron a la organización imágenes de sus viviendas antes y después de las arbitrariedades cometidas por el ELS.
Los entrevistados aseguraron que sus bienes fueron confiscados o destruidos por los milicianos de los grupos armados Ahrar Al Sharqiya y Yeish Al Sharqiya, que exhibieron sus distintivos y banderas en el lugar de los hechos.
HRW declaró que “puede confirmar la presencia de estos dos grupos en Afrin en el período designado”.
“La destrucción de las viviendas de los civiles que se vieron obligados a abandonar la zona de las hostilidades no es lo que debían hacer los combatientes del Ejército Libre Sirio”, dijo la investigadora de HRW, Priyanka Motaparthy.
El 20 de enero, en medio del conflicto sirio en el que Turquía actúa como uno de los garantes de paz, Ankara y sus aliados del ELS lanzaron en Afrin la operación “Rama de Olivo”. La operación está dirigida contra las Unidades de Protección Popular (YPG/YPJ) y el autogobierno de la Federación Democrática del Norte de Siria (FDNS).
Dos días después de conocido el informe de HRW, la agencia Sputnik News publicó un informe en donde se denuncia la represión de los terroristas y los soldados turcos contra las mujeres de Afrin.
En el artículo se indicó que ahora las mujeres “deben obedecer la sharia o ley islámica” y se “les exige llevar niqab, una pieza de ropa que cubre todo el cuerpo, o hiyab, un pañuelo que cubre la cabeza y el pecho”.
Los carteles con estas exigencias instalados por los terroristas provocaron furiosas protestas de las mujeres kurdas, que son en su mayoría musulmanas pero tienen una tradición secular.
Las mujeres de Afrin afirmaron que el objetivo de los invasores es obligarlas a permanecer en sus casas y no participar en la vida pública, tal y como han hecho tradicionalmente.
FUENTE: Sputnik News / Edición: Kurdistán América Latina