Los partidos políticos que integran el Movimiento por una Sociedad Democrática (TEV-DEM) publicó un comunicado en el que denuncia la violencia y los ataques brutales que está llevando a cabo el Estado turco y sus mercenarios en la ocupación de Afrin, región kurda del norte de Siria.
El TEV-DEM alertó que los soldados turcos y los yihadistas están incrementando el nivel de violencia contra el pueblo de Afrin que huyó durante la invasión, que comenzó el pasado 20 de enero.
También subrayó en la ocupación se pueden observar las peores características que se han visto en los territorios sometidos por el ISIS.
En el comunicado también enfatizó que cada día que pasa, “el Estado turco y sus aliados mercenarios torturan y secuestran, saquean y ejercen una violencia inusitada. Quieren cambiar la composición demográfica de la ciudad y la región, por lo cual han desplazado a la fuerza a miles de personas para poder alojar en sus casas a los mercenarios y sus familiares”.
El TEV-DEM además expresó que “el Estado turco ha ordenado que los colegios solo puedan usar la lengua turca en clase y han cambiado los nombres kurdos de las tiendas e instituciones públicas, las cuales ahora usan el turco también. Como si todo esto no fuera ya suficiente, están presionando al pueblo a cambiar sus nombres de pila del kurdo al turco. Lo que estamos viendo en Afrin es un grado de violencia inhumano”.
La organización, una de las principales instancias de autogobierno en Rojava, declaró que de hecho el Estado turco es motivado a continuar con sus agresiones debido al silencio de la comunidad internacional.
En el comunicado se añadió que el Estado turco no tiene ningún interés en defender la libertad y derechos del pueblo sirio, tal y como se demuestra en la regiones de Rojava que controla.
Por último, el TEV-DEM exigió “a la comunidad internacional que cumplan con su responsabilidad y actúen de forma inmediata para detener la violencia inhumana que se vive en Afrin”.
Reclamo a la ONU
Trece partidos políticos kurdos, asociaciones y organizaciones culturales y jurídicas enviaron una carta al Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, y al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Zeyd Raad al-Hussein.
En la carta se explicó la difícil situación que atraviesa Afrin, región ocupada por el ejército turco y grupos terroristas.
“Con esta carta, queremos expresar nuestras preocupaciones sobre la ciudad siria de Afrin, cuyos ciudadanos son en su mayoría kurdos”, señalaron en la misiva.
En el texto se advirtió que en Afrin está ocurriendo “una tragedia humana de gran dimensión” y se “están cometiendo diferentes crímenes contra civiles”. “Estos crímenes contra civiles –continúa la carta- son llevados a cabo por los grupos armados en Afrin con la ayuda y por orden del Estado turco. Crímenes tales como matanzas, robos, acoso, violaciones, desplazamiento forzoso de civiles, el saqueo de propiedades y las políticas para cambiar la composición demográfica del área se están llevando a cabo en Afrin. Lo que se está cometiendo en Afrin equivale a crimen de guerra y viola la Convención de Ginebra (1949) y de La Haya (1899 y 1907)”.
“Queremos llamar la atención sobre el hecho de que estos crímenes en Afrin son iniciativas planificadas y organizadas, y representan un gran peligro –remarcaron en el texto-. Lo que se busca aquí es destruir, borrar una identidad nacional y una comunidad. Estos crímenes están destinados a cambiar la composición demográfica de Afrin, mientras que al mismo tiempo destruyen la cultura y la existencia de los kurdos en la región”.
En la carta también se denunció que el Estado turco intenta “cambiar la composición demográfica de la región, desplazando por la fuerza a los ciudadanos de Afrin y asentando en sus hogares a familias árabes procedentes de diferentes áreas de Siria. Por lo tanto, los ciudadanos de Afrin no podrán regresar a sus hogares y a su tierra”.
Además manifestaron que “cientos de civiles han sido secuestrados en la ciudad y no hay información sobre su destino”.
Entre las demandas que se presentaron en la carta se destacan “hacer un llamamiento a Turquía, en nombre de la ONU y con respeto al derecho internacional, para detener las violaciones de los derechos humanos en Afrin y retirar a los grupos armados de la ciudad”. A esto se suma exigir “la liberación de civiles arrestados por Turquía” y que el Estado turco “respete la legislación internacional y la legislación en torno a las guerras en el caso de prisioneros”.
A su vez, los firmantes de la carta pidieron que Turquía “garantice el regreso de los civiles a sus hogares”, al mismo tiempo que el gobierno de Recep Tayyip Erdogan “deje de aplicar políticas destinadas a cambiar la composición demográfica de la región y exigir que las familias que se asentaron en Afrin sean devueltas a las regiones de donde proceden”.
En tanto, la solicitud a la ONU apunta a que el país ocupante “permita a la prensa, a las organizaciones humanitarias y a las organizaciones de derechos humanos entrar en Afrin”.
“Las organizaciones pertinentes de las Naciones Unidas deberían comenzar a investigar las violaciones de los derechos humanos en Afrin y garantizar que los responsables rindan cuentas”, finalizó la carta.
Las organizaciones que firman la carta son la Unión Nacional Kurda Siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD), el Partido Futuro Democrático Sirio, el Partido de la Hermandad Kurdistán, el Centro Sirio de Derechos humanos e Igualdad, el Comité de Derechos Humanos Kurdo Sirio, la Organización de Derechos Humanos Kurda (DAD), la Sección alemana de la Asociación de Pueblos Bajo Amenazas, la Organización Yezidí, la Organización de Desarrollo de Leyes, la Asociación de Cultura Kurda Hêvî (Bélgica), el Centro de Investigación Legislativo (Alemania) y el Consejo de Leyes Kurdas.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina