La administración del cantón de Afrin publicó un detallado informe sobre los desplazados que fueron expulsados hacia Shehba y en las áreas a su alrededor, luego de que el ejército turco junto a grupos terroristas invadiera el 20 de enero pasado la región kurda del norte de Siria.
La mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas de Afrin fueron obligados a abandonar sus hogares bajo la amenaza de ser secuestrados, torturados, violados o asesinados por las fuerzas invasoras.
Ataques turcos contra civiles en Afrin
Desde el inicio de la ocupación, la población civil sufrió numerosas catástrofes, como bombardeos indiscriminados y ataques aéreos. Las masacres eran inevitables porque los aviones turcos disparaban a los edificios y casas de civiles.
En el informe, la administración autónoma enumera muchos ejemplos diferentes. Durante el segundo día de ataques, el 21 de enero, en la aldea de Jilboul (distrito de Sherawa) murió un civil y otros ocho resultaron heridos tras un ataque aéreo. Entre el 20 de enero y el 18 de marzo de 2018, según un recuento oficial, las fuerzas invasoras asesinaron a 262 civiles y herido a 706, al menos. Durante los últimos días de la invasión (del 14 al 18 de marzo), el número de víctimas civiles aumentó drásticamente debido a los disparos continuos de artillería y a los ataques aéreos sobre la ciudad.
Además, en el informe también se detalla las conocidas políticas abusivas y opresivas de los aliados islamistas del Estado turco contra las mujeres, fomentadas por su ideología misógina. De esta forma, las mujeres de Afrin han sumado muchas razones por las que tener miedo. Corren el riesgo especial de ser el blanco de las fuerzas de ocupación, para quienes una mujer que ha perdido su “honor” es un objetivo legítimo de violación y otras formas de violencia. También la ciudad de Afrin estuvo a punto de ser cercada, poniendo a la población en un grave peligro, ya que las fuerzas invasoras amenazaban con cometer un genocidio. La gente de Afrin no tuvo más remedio que abandonar sus hogares y huir a la región de Shehba, una zona vecina entre Afrin, Azaz y Alepo.
El informe además describe la vida de cientos de miles de personas. “Están viviendo en condiciones desesperadas”, dice el texto. Debido a la gran cantidad de personas que requieren ayuda humanitaria, los recursos existentes y la infraestructura de la empobrecida Shehba son incapaces de satisfacer las necesidades existentes. La mayor parte de la gente se fue de Afrin sin ninguna de sus pertenencias. Los suministros de alimentos, agua, refugio, servicios sanitarios y educativos son muy escasos.
La gente ha encontrado cobijo en casas dañadas por la guerra, abandonadas por sus antiguos dueños que huyeron de la ocupación de la región por parte del Estado Islámico hace años. La administración local construyó rápidamente un campamento de refugiados en Fafin para poder cubrir por lo menos las necesidades básicas, pero la atención médica es inadecuada: no hay suficiente personal sanitario, equipos médicos o suministros. Hasta ahora no ha habido una respuesta de las Naciones Unidas o de las organizaciones humanitarias internacionales al sufrimiento de personas desplazadas en Shehba. Mientras, la situación de los refugiados empeora día tras día.
La administración autónoma del cantón de Afrin ha llevado a cabo un exhaustivo estudio de campo. La información recopilada incluye la edad, el estado familiar, su situación de salud, las historia de cómo huyeron de sus hogares, las condiciones a las que se han enfrentado desde su llegada a Shehba, las características de su alojamiento y los riesgos existentes para su salud y bienestar de cada ciudadano y ciudadana.
Región de Shebha
Shehba es un área comprendida entre las ciudades de Manbij, Al Bab, Azaz, Semann, Jarabulus y Tel Rifat. La región de Shehba ahora está ocupada en gran parte por el Estado turco y sus aliados que luchan bajo la bandera del Islam radical sunita. La pequeña parte de Shehba al norte de Alepo fue liberada por las fuerzas democráticas en 2016, y se convirtió en el cantón de Shehba.
El informe escribe una breve historia de la región, fue capturada por los grupos del Ejército Libre Sirio (FSA, por sus siglas en inglés) en 2012, y luego por el Estado Islámico (ISIS) en 2013. Debido al despiadado gobierno del ISIS, los civiles quedaron expuestos a los asesinatos sistemáticos, la tortura y el robo, por lo que la población local abandonó la zona y huyó principalmente a la pacífica y segura región de Afrin.
El informe también añade que “la población original de la zona era aproximadamente un 65 por ciento kurda, un 25 por ciento árabe, un 5 por ciento circasiana y arnaout, y un 5 por ciento turcomana. Las 58 aldeas liberadas en 2016 (incluyendo Tel Rifat, Kafr Naya, Ahris, Um Hosh y Fafin) están situadas en la parte de Shebha que está formalmente conectada con Azaz. Esta área se convirtió recientemente en el destino de cientos de miles de refugiados de Afrin, que han huido de la invasión del Estado turco y del bombardeo sobre la ciudad de Afrin desde el 18 de marzo de 2018.
El suelo de Shebha es fértil por lo que la zona tiene buenas cosechas. En el pasado, se cultivaba trigo, cebada, garbanzos y cacahuetes, y la región era un importante contribuyente a la economía de la gobernación de Alepo y de Siria en general. Sin embargo, la infraestructura agrícola ha sido completamente destruida por la guerra civil.
Es importante recordar que se anunció que en la tercera reunión del consejo fundador de la Federación del norte de Siria, Shehba fue declarada parte de la región de Afrin. A su vez, se formó la Comisión Electoral del cantón de Shehba. Las elecciones municipales programadas por la Federación Democrática del Norte de Siria, así como la segunda fase de las elecciones de los Consejos Locales, se anunciaron el 8 de julio de 2017 por el Consejo del Cantón. Un total de 47 comunas acordaron el sistema de copresidencias, asegurando el 50 por ciento de participación de las mujeres. Por primera vez, el cantón presenciaba una participación de las mujeres en esas proporciones. También aumentó el trabajo, especialmente en los sectores de salud, servicios, educación y agricultura.
Turquía y sus mercenarios, incluidos ISIS, el Frente Al Nusra, y las Brigadas Sultan Murad y otros grupos extremistas islámicos, comenzaron su invasión sobre Afrin el 20 de enero de 2018, utilizando armas de la OTAN y el espacio aéreo controlado por los rusos.
Llamamiento a la comunidad internacional
El informe de la administración autónoma subrayó que “más de 700 personas fueron asesinadas”. Las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF) y las Unidades de Protección del Pueblo y las Unidades de Protección de las Mujeres (YPG/YPJ) llevaron a cabo una resistencia histórica desde el 20 de enero de 2018. Tras el brutal bombardeo turco contra el centro de la ciudad de Afrin durante los días 17 y 18 de marzo de 2018, las SDF se retiraron del centro de la ciudad para salvar así a las decenas de miles de residentes de Afrin, después de confirmar que Turquía cometería una masacre y un genocidio contra el pueblo de Afrin con el apoyo de la Federación Rusa. Cientos de miles de personas han sido desplazadas al cantón de Shebha, que la región no tiene la capacidad necesaria para albergar a tantas personas.
El Consejo de Shehba anunció una movilización general para poder recibir al gran número de desplazados. Alrededor de 250.000 se distribuyeron en los pueblos y casas, pero decenas de miles permanecen en las calles sin ninguna ayuda.
El Consejo hizo un llamamiento a las organizaciones internacionales. La administración en los cantones de Jazira y del Éufrates, al norte de Siria, respondieron a la llamada, enviando decenas de camiones de alimentos, medicinas, leche para bebés, mantas y colchones, y más de 10.000 tiendas para distribuir entre los desplazados. Para evitar una catástrofe humanitaria, el informe recordó que “se había establecido un campamento llamado ‘Berxwedan’ (Resistencia) en el distrito de Fafin para proteger a los desplazados y evitar enfermedades y muertes”.
Según el informe, “las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria hasta ahora no han brindado apoyo a estas personas desplazadas, salvo algunas ayudas de la Media Luna Roja Siria”.
El cantón de Shehba reiteró su llamamiento a las organizaciones internacionales y a las Naciones Unidas para lograr proporcionar apoyo y atención a los desplazados de Afrin en Shehba; presionar a los principales países para expulsar de Afrin a la ocupación turca y sus mercenarios; devolver a la gente de Afrin a sus hogares; detener a Turquía en su plan de implementar un cambio demográfico en Afrin a través del reasentamiento de las personas de ISIS y mercenarios islamistas de todas partes del mundo, así como de personas de Ghouta.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina