Cientos de miles de personas que vivían Afrin tuvieron que mudarse al cantón de Shehba luego de los ataques del Estado turco y los grupos terroristas que lo secundan. Pese a las duras condiciones, los pobladores continúan con su resistencia.
Desde el comienzo de la guerra civil en Siria, los ciudadanos y las ciudadanas de Afrin siempre había vivido en paz en sus propias tierras. La ciudad de Afrin había albergado a cientos de miles de refugiados que llegaron de todo el país. Pero ahora la gente ha tomado la ruta de la migración forzada después de que el Estado turco inició sus ataques el pasado 20 de enero.
Cientos de pobladores de Afrin fueron asesinados, miles de ellos heridos y sus casas saqueadas por el Estado turco y los grupos de Al Qaeda, ISIS y Al-Nusra, ya que los civiles no se doblegaron ante el colonialismo turco. Esas mismas personas por estos días viven en condiciones duras en edificios a medio derribar, patios, mezquitas, escuelas y automóviles en la región de Shehba.
Hasta el momento, los desplazados de Afrin no han recibido ningún apoyo de las Naciones Unidas (ONU) ni de ninguna organización internacional. Sobreviven gracias al apoyo del pueblo kurdo y de los pueblos del norte de Siria.
Hace unos días se comenzó a construir en Shehba una ciudad de carpas, que ya está en funcionamiento. Pero el campamento es insuficiente para satisfacer la necesidad de las familias. En muchas casas, tres o cuatro familias deben vivir juntas.
Se estima que entre 150 y 200 mil personas se han establecido en la región de Shehba.
“La invasión de Afrin es una repetición de lo que sucedió en Shengal”
Frente a la invasión a Afrin, la médica sueca Nîmal Xefûrî, que ha sido testigo de los ataques del Estado turco contra Afrin, dijo que lo generado es “una repetición de lo que sucedió en Shengal”.
La médica integra “Joint Support for Kurdistan”, que desde Europa recaudó donaciones para solidaridad con los ciudadanos de Afrin. Nîmal luego fue a la región kurda para entregar la ayuda recolectada, momento en que presenció los ataques del Estado turco.
Ahora Nîmal ofrece servicios médicos a los ciudadanos en el cantón Shehba junto con Heyva Sor (Media Luna Roja Kurda).
“Cuando vi a las personas que migraban en las carreteras, y las tiendas y hogares en ruinas, pensé en Shengal”, afirmó la médica. Nîmal dijo que impartirá seminarios sobre la situación humanitaria de los ciudadanos de Afrin cuando regrese a Suecia y Finlandia, y agregó que el público internacional no debe permanecer en silencio frente a la actual masacre.
“Los refugiados están en condiciones extremas”
Por su parte, el médico Michael Wilk, de Wiesbaden, Alemania, que viaja al norte de Siria desde 2014, alertó que las personas desplazadas se encuentran en una situación crítica.
En septiembre pasado, Wilk fue médico de urgencias en Raqqa. Actualmente trabaja con la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor, un kurdo) para proporcionar ayuda a los refugiados de Afrin que se han establecido en la región de Shehba.
“La situación de los refugiados es extrema: miles están expuestos al viento y al clima en el campo abierto. Muchas mujeres están embarazadas. Los niños no tienen techo. Todas las casas de la población kurda de la región están sobrepobladas. Hay escasez de tiendas de campaña, comida, agua potable y atención médica. La Media Luna Roja Kurda y el autogobierno regional kurdo están haciendo un excelente trabajo, pero están sobrecargados por completo”, expresó el médico.
Mientras tanto, ha llegado un convoy de socorro desde Qamishlo, Kobanê y otras ciudades de Rojava, pero “incluso más de 40 camiones y ambulancias son una gota en el océano”, advirtió Wilk.
“Varios cientos de miles de personas han huido de la agresión turca y de los fundamentalistas mercenarios islamistas. Los gobiernos del mundo occidental guardaron silencio. Las armas alemanas mataron e hirieron a la gente. Rusia y Damasco no intervinieron y abrieron el espacio aéreo para el bombardeo. Estados Unidos, cuyos aliados -las unidades kurdas de las YPG- se opusieron efectivamente al ISIS, permitió los ataques asesinos del ejército turco. ¡Ahora las víctimas de estos crímenes necesitan urgentemente ayuda!”, manifestó Wilk.
FUENTE: ANF / Traducción y edición: Kurdistán América Latina