Desde el 18 de marzo se han registrado saqueos y agresiones contra los habitantes de la localidad de Afrin, en el norte de Siria, donde el ejército turco lleva a cabo una invasión militar, denunció el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por su sigla inglesa), Jens Laerke.
“A partir del 18 de marzo se comunicó que en la ciudad de Afrin se han registrado casos de amenazas, de agresión, detenciones arbitrarias y saqueos”, dijo el funcionario en una rueda de prensa.
Laerke señaló que la ONU está preocupada por la situación y llamó a “respetar el derecho internacional humanitario”.
Los saqueos encabezados por los mercenarios del Ejército Libre Sirio (ELS), que acompaña a las tropas turcas, fueron conocidos por la difusión de varias fotos tomadas por la agencia de noticias AFP.
El 20 de enero, Turquía y sus aliados del ELS lanzaron la Operación Rama de Olivo en Afrin, en la provincia noroccidental de Alepo, causando la muerte de más de 300 civiles y decenas de heridos.
Consultado por el diario La Razón, de España, el trabajador humanitario Kaso Siwail señaló que “teniendo en cuenta que más de la mitad de los habitantes de Afrin son desplazados, estamos hablando de una catástrofe humanitaria”.
Se calcula que unos 200 mil habitantes de la ciudade de Afrin huyeron unas horas antes de que ingresara el ejército turco y los mercenarios del ELS.
Por su parte, la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) en Siria, ayer publicó que un total de 98.000 personas ha abandonado Afrin para dirigirse a las localidades de Tel Refat, Nabul y Zahra, también en la provincia de Alepo.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), la situación en la ciudad es de “caos total”.
La mayoría de la población de Afrin es kurda, pero también viven árabes, y otras minorías como los yazidis, alawitas y cristianos.
FUENTE: Sputnik News / La Razón / Edición: Kurdistán América Latina